¿Por qué el 'Ester Expósito' de Dani Martín ya no da 'cringe'? Porque da 'lache'

Toda la gente perdida en el mundo de hoy, todos los desactualizados que no entienden nada, todos los ancianos que tienen –tenemos– problemas para seguir el ritmo a los jóvenes nacidos en este milenio pueden ponerse al día en cuanto al léxico y la mentalidad de la chavalada prestando atención al 'caso Dani Martín y Ester Expósito'. Si te suena más el primero –un millón de seguidores en Instagram– que la segunda –26,3 millones–, esto te interesa: vamos a tratar de explicar por qué la canción que el exlíder de El canto del loco le ha escrito a la protagonista de 'Élite' condensa todo lo que está mal en la vida.

Tiene toda la pinta de que Martín (47 años) publicó en sus redes sociales una canción llamada 'Ester Expósito' para ligarse –no está claro que este verbo aún se utilice– a la actriz (24 años). A partir de ahí, la reacción casi unánime ha sido la de subrayar que, tras haber tenido esa osadía pese a doblarle la edad, el cantante da mucho 'cringe', que se puede traducir quizás como grima, aunque fuentes bien informadas apuntan a que decir 'cringe' ya da 'cringe', porque lo que apenas hace unos meses daba 'cringe' ahora da 'lache', que significa más o menos lo mismo. Decimos casi unánime porque a Ester Expósito no parece haberle molestado la canción. "Tus canciones me marcaron y acompañaron en tantos momentos desde hace tanto tiempo que me hace mucha ilusión que vuelvas a sacar música y formar parte de ella. Feliz día y feliz lanzamiento, te admiro", ha escrito la actriz en Instagram.

Pero eso da igual, porque al parecer la canción constituye un claro ejemplo no de una lamentable desubicación, como podría entender cualquiera, sino de 'male entitlement', que es cuando "un hombre se arroga el derecho a usar el nombre y el apellido de una mujer". Como el grupo Antònia Font, se supone, que tomó el nombre de su primera fan. Sabiendo que este artículo ya da un 'lache' que te mueres, cabe aún incrementarlo señalando que eso no lo entendemos.

"A la próxima persona que me llame campeona, la apuñalo". Así empieza un vídeo de la usuaria de TikTok @inusu_al en el que explica cuánto le molesta que la gente la pare por la calle y le diga: "Puedes con todo, tú eres un ejemplo a seguir, a tope contigo". Ella es una chica joven con discapacidad –en otro vídeo explica más concretamente que tiene "parálisis cerebral infantil" porque dejó de respirar durante un tiempo cuando nació– y está acostumbrada a que la gente actúe así cuando la ve, pero no le gusta nada, y se toma la molestia de explicar por qué.

"Yo soy una persona que puede llegar a comprender que la vida es una mierda, y que a ti te dé como energía para seguir con lo tuyo ver a una persona que está a punto de caerse al suelo pero tira para adelante. Pero es que yo solo intento ser una persona funcional y vivir mi vida, y entonces que me llames campeona me toca un poco el c... Yo sé que lo haces desde tu buena intención, y desde mi buena intención yo te voy a dar las gracias porque para mí consume menos energía darte las gracias que explicarte por qué no me gusta lo que me estás diciendo. Pero es que ya estoy harta, y creo que hablo en nombre de toda la comunidad con discapacidad: igual a alguien le encanta que le feliciten por existir, pero yo no soy de esas personas. Entonces, por favor, para".

La usuaria @inusu_al pone frente al espejo a la sociedad biempensante. Basta ver que muchos de los comentarios a su vídeo –tanto en TikTok como en Twitter, donde ha sido replicado con profusión– caen en el paternalismo que ella denuncia. "Maravillosa", dice uno de ellos. "Pero puedes ser una campeona y tener o no discapacidad, cariño, y tú te vales por ti sola y a lo mejor gente sin discapacidad no, amor", dice otro.  

La condena a cuatro años y seis meses de cárcel a Dani Alves ha dejado una sensación agridulce a quienes habían visto en el caso una oportunidad para el final de la impunidad en ciertos ámbitos. Por un lado, el hecho de que un futbolista tan famoso como Dani Alves haya entrado y vaya a seguir en prisión es una victoria para ellos, y también lo es que la sentencia consigne por primera vez que ni el flirteo ni la insinuación son un cheque en blanco. "El consentimiento en las relaciones sexuales debe prestarse siempre antes e incluso durante la práctica del sexo, de tal manera que una persona puede acceder a mantener relaciones hasta cierto punto y no mostrar el consentimiento a seguir, o a no llevar a cabo determinadas conductas sexuales o hacerlo de acuerdo a unas condiciones y no otras", dice en un párrafo.

Por otro lado, el hecho de que se considere un atenuante el hecho de que Alves aportara antes del juicio 150.000 euros para resarcir a la víctima ha dejado la sensación generalizada de que la justicia no es igual para todos, porque es más benévola para quien puede permitirse adelantar esa cantidad de dinero. La experta en violencias machistas Ana Bernal-Triviño escribía en este diario: "La fama y el dinero aún sirven para pagar un camino más fácil y corto a la libertad".

En X, antes Twitter, la percepción dominante fue la más crítica con la sentencia, como es habitual. "Ojo que le sale a devolver", escribía @mjesusostolaza, que añadía en otro mensaje: "Entre lo que lleva ya, lo del buen comportamiento, que haga algún taller y algunos toques de exhibición en el patio... A finales del año que viene duerme en casa". Otros, como @08181, prefirieron quedarse con lo positivo: "No sé si Alves debe recibir más condena. Lo que sí sé es que la víctima pudo acogerse a un protocolo que funcionó, aunque el agresor fuese Dani Alves. Que no lo dejaron salir del país, aunque se llamase Dani Alves. Y que va a entrar en la cárcel, aunque se llame Dani Alves".