Este neuropsicólogo explica cómo llega a un diagnóstico de alzhéimer: “Nunca deberíamos olvidar ni dejar de considerar esta realidad”

El neuropsicólogo Saul Martinez Horta ha compartido a través de un hilo de publicaciones en X (antes Twitter) cómo se da el "desolador" proceso de diagnóstico de un paciente con alzhéimer. En este caso, el doctor se refiere a la experiencia de un varón de 63 años de edad "que no se expresa igual de bien que antes, que le faltan las palabras".

Aunque la primera hipótesis pasa por el hipotiroidismo, este queda rápidamente descartado: "Al preguntarle por lo que le ha llevado a venir y empezar a escucharle, aparecen muy pocas posibilidades en ese extraño algoritmo mental que nos montamos y el hipotiroidismo no está entre ellas", explica Martinez. El discurso prosigue con algunos detalles sobre el deterioro en las capacidades del afectado y cómo este ha ido evolucionando a lo largo del último año, desde los primeros "olvidos" hasta no saber distinguir lugares en los que había estado.

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Pruebas y exploración

Pese a poder repetir palabras y pseudopalabras, no es capaz de hacer lo mismo con frases o vocablos complejos, además de otras afecciones, tal como demuestran algunas de las pruebas realizadas. "Le pido que me muestre cómo saluda un soldado. Lo hace. Le pido que me pida silencio con una mano, se pone a aletear con los brazos", cuenta el neuropsicólogo.

También se hacen evidentes signos "anamnesis" o de "hipofrontalidad", tal como refleja el test de dibujo del reloj y otras tareas que implican participación motora. "Un cuadro de franca hipofrontalidad con un síndrome amnésico asociado, con afasia progresiva eminentemente logopénica asociando una clara dislexia, agnosia visual y topográfica y apraxia ideomotora bilateral junto con otros signos parietales", recoge el diagnóstico.

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Reflexión final

"¿Y ahora qué?", se pregunta el doctor, que ha visto como un supuesto caso de hipotiroidismo se ha acabado convirtiendo en la confirmación de un deterioro cognitivo producido por el alzhéimer. La presencia de la familia del afectado, a su vez, hace todavía más difícil la responsabilidad de Martinez Horta. "Yo soy un desconocido en el que han confiado. Alguien que ayer no formaba parte de sus vidas. Pero ellos son 'mi padre', están 'mis hijos'", afirma.

El hilo concluye con una reflexión al respecto: "Existe una distancia abismal entre lo que nosotros sabemos y sentimos y lo que sucede a escasos centímetros, al otro lado de la mesa", dice. "Nunca, absolutamente nunca, deberíamos olvidar ni dejar de considerar esta realidad. Nuestras notas, papeles, ideas y opiniones tienen un valor. Pero nosotros siempre estamos al otro lado de la mesa", sentencia.