Sin exageraciones, "Milei es la persona más importante del mundo"

Están los fans de Javier Milei muy emocionados con su discurso en el Foro de Davos. Como si aquello fuera un aquelarre comunista, como si no fuera un ejemplo palmario de la victoria indiscutible del capitalismo y la economía de mercado en el mundo, el presidente argentino advirtió de que Occidente está en riesgo por la amenaza conjunta de las intromisiones del Estado en los bolsillos de los ciudadanos, de los enemigos de la propiedad privada y de las mujeres que abortan. ¿Por qué un discurso de la derecha tan tradicional ha llamado tanto la atención? Porque Milei empleó palabras muy contundentes. Por ejemplo: a la interrupción voluntaria del embarazo la llamó "la agenda sangrienta del aborto". Y porque lo terminó con un "viva la libertad, carajo", aunque este grito ya es también un cierre habitual.

Pero quien abriera Twitter este jueves sin haber escuchado el discurso pudo pensar que Milei había inventado la rueda. El presidente argentino, tan peculiar, tan propenso a abonar una imagen tanguera de genio/loco dispuesto a todo –como describió con agudeza la escritora Pola Oloixarac– se ha convertido en la referencia absoluta de los libertarios del mundo, al menos por ahora, que no se puede comprobar por falta de margen qué efectos producen sus políticas. "Milei es hoy la persona más importante del mundo", escribió en X @jdoedoe101101, y no fue el elogio más desmedido.

La fascinación por Milei alcanzó, para sorpresa de pocos, al hombre más rico del planeta. "Buena explicación sobre qué hace a los países más o menos prósperos", escribió Elon Musk en la red social de la que es propietario. "Muchas gracias", le respondió el presidente argentino. Estos días, Milei ha retuiteado más de un centenar de elogios al discurso en su cuenta en X. Pero el aplauso de los potentados reunidos en Davos fue más bien tímido: el dinero no quiere ruido, dice la sabiduría popular.

Cualquier aficionado al fútbol sabe que el Valencia lleva años lejos de su mejor nivel. Aquel equipo que llegó a dos finales de Champions en el cambio de siglo lucha ahora por no descender, en lo que constituye un borrón en su historia: el club ha ganado seis ligas y ocho copas, además de varios títulos europeos.

En general, los valencianistas culpan del largo bache a Peter Lim, el millonario singapurense que, en 2014 y aprovechando la devastación que la crisis económica había provocado en el club, se hizo con el control del Valencia. Tras años de pensar más en el negocio que en la gloria futbolística, el equipo se ha instalado en la mediocridad. Pero algo ha cambiado esta temporada: con Rubén Baraja en el banquillo y algunos jóvenes sobre el campo, el Valencia ha dado mejor imagen.

Pero, después de la eliminación en Copa del Rey contra el Celta de esta semana, precisamente uno de los más brillantes y prometedores de esos jóvenes, el centrocampista Javi Guerra, ha sido señalado por algunos aficionados como culpable de la derrota. Guerra solo tiene 20 años, y ha marcado algunos de los goles más importantes del equipo en los últimos tiempos, entre ellos uno contra el Valladolid que fue vital para que el Valencia esquivara el descenso la temporada pasada. Eso no ha sido impedimento para que se desatara la ira de los menos pacientes.

Javi Guerra ha cerrado su cuenta de X, antes Twitter. Varios medios han publicado informaciones en el sentido de que lo ha hecho para abstraerse de la presión y centrarse en el fútbol, con lo que vuelve a demostrarse que, si Instagram es la red social del postureo y TikTok la de los bailecitos –y, cada vez para más personas, la que sirve para informarse–, X es la de los bajos instintos y la cizaña.

A los lectores que tengan unos años, el desliz de esta semana de un concursante de la televisión manchega les habrá sonado familiar. Este participante en el programa 'Atrápame si puedes' dio una respuesta hilarante cuando le preguntaron qué escritora española había estado entre los candidatos a obtener el premio Nobel de Literatura. "Es que estoy dudando entre tres o cuatro. Te voy a decir una: te diría Sara Mago", lanzó. Era obvio que se confundía con el escritor portugués José Saramago; si hubiera contestado correctamente –la respuesta era Concha Espina–, habría ganado 25.100 euros. El patinazo ha tenido un amplio recorrido en las redes sociales.

Pero decíamos que algunos lectores recordarán que hace 25 años la política del PP Esperanza Aguirre incurrió exactamente en el mismo error. Para más inri, ella respondió "Sara Mago" cuando le preguntaron por una pintora famosa y, aún para más inri, lo hizo mientras era ministra de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de José María Aznar. Solo hay un problema: eso nunca sucedió, aunque esté instalado en la memoria colectiva como otros bulos. El más famoso de todos, la aparición de Ricky Martin en circunstancias embarazosas en 'Sorpresa, sorpresa'.

En sus memorias, la propia Aguirre explica que en esos tiempos en que tenía imagen de pija tonta y vulnerable –aunque después se convirtiera en la temida dama de hierro del PP– buscaba a los reporteros de 'Caiga quien caiga' que iban a cubrir cada uno de sus actos, en vez de rehuirlos. Lo hacía contra el consejo de sus asesores, y su intuición fue correcta: en poco tiempo, se convirtió en una de las dirigentes más populares más conocidas y en presidenta de la comunidad de Madrid. Por eso no se preocupó mucho por desmentir que ella hubiera hablado de la pintora Sara Mago.