En Las Palmas de Gran Canaria

La dueña de un restaurante agrede supuestamente a una clienta por pedir la hoja de reclamaciones

La mujer se queja también de que le cobraron más por un plato porque el precio menor "es para los ingleses"

La dictadura de las reseñas: así luchan los restaurantes contra las críticas falsas o malintencionadas

Un cocinero prepara unos platos en un restaurante de Las Palmas de Gran Canaria.

Un cocinero prepara unos platos en un restaurante de Las Palmas de Gran Canaria. / Archivo / Efe

H. R. F.

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En Tripadvisor se pueden encontrar historias de todo tipo: experiencias tan surrealistas que parecen falsas pero han sucedido realmente. Algunas reseñas, eso sí, solo cuentan mentiras; queda en la capacidad de análisis del lector averiguar cuáles. Aunque la propia web intenta de todas las formas posibles garantizar la veracidad de las historias publicadas, muchas veces no se puede evitar que se cuele alguna falsa.

En la que presentamos a continuación, donde se habla de una presunta agresión, Tripadvisor no puede asegurar que esto haya pasado realmente, por supuesto. Sin embargo, el local no ha dado respuesta alguna al siguiente texto.

"Cuando me trajeron el plato (que enseño en la foto) tuve que hacer de tripas corazón y tratar de comer al menos algo por la vergüenza que me daba estar despreciando el plato, pues mientras me lo comía pensaba 'no vengo más a este sitio y ya está'", empieza la usuaria, tras comentar que ponía una estrella porque no había opción para poner 0.

Precios para ingleses

"Pedí unos huevos rotos y me trajeron una especie de puré con 1 huevo frito y jamón". Desde luego, en la fotografía que muestra la clienta, el plato no tiene la mejor pinta posible, de eso hay poca duda.

"Esto no es lo peor, lo peor fue mi sorpresa al recibir la cuenta, la cual primero se negaron a darme habiéndome dado un papel escrito a mano. La carta indica que el precio es de 7,95 euros, sin embargo me cobran 9,95 euros", continúa la narración.

"Cuando pido una explicación me indican que no, que ese es el precio de la carta (dado que la carta donde yo vi estaba en inglés) y ellos alegan que ese precio es para los ingleses, y que para los canarios el precio es mayor", algo muy curioso y sorprendente.

Hoja de reclamaciones

"Pido una hoja de reclamaciones y se niegan a dármela, tras llamar a la policía e indicar a la dueña que tengo grabaciones de cómo me están negando y hablando, la dueña me empuja para dirigirse a la barra y me da una hoja de sugerencias (no de reclamación de consumo) y con burlas, sabiendo que tenía que irme a trabajar me amenaza con tardar en dármela".

"Cuando la relleno, le pido que la firme y me dé la copia para yo poder dirigirme a consumo, y se niega a firmar la hoja y hacer las alegaciones oportunas, lo que sería una infracción administrativa. He tratado de contactar con las redes sociales dejando un comentario y me bloquean", termina la reseña la usuaria.

Por supuesto, de esta historia solo conocemos el punto de vista de la clienta y no de la dueña del establecimiento, que no quiso dar explicaciones. Sin embargo, algo queda claro: el restaurante se ha quedado sin una posible comensal.