Los granizos tampoco se libran de los microplásticos

Un grupo de científicos eslovenos de seis organizaciones diferentes examinaron unas muestras del granizo que cayó en el valle de Poljanska en Eslovenia en junio de 2019. Para su sorpresa, no esperaban encontrar microplásticos en el granizo.

La iniciativa de esta investigación surgió después de que los residentes locales no encontraran la lógica de cómo era posible que en dos años el mismo valle fuera golpeado por dos granizadas gigantescas donde en algunos lugares el diámetro de los granizos superaba los 10 centímetros de diámetro.

Durante el estudio se analizaron cuatro granizos de 7, 10, 12 y 13 centímetros de diámetro, que se consideran como los más grandes que han caído en el territorio esloveno desde que existen registros. Las muestras fueron limpiadas superficialmente y esterilizadas en la Facultad de Biotecnología, donde los granizos se cortaron o derritieron, capa por capa, para buscar bacterias, hongos y diatomeas.

Los examinadores encontraron partículas de arena del desierto en las capas exteriores y en el núcleo, además de fibras naturales de celulosa y lignina, hallaron microplásticos. En todo momento se mantuvo un ambiente estéril donde todos los pasos tuvieron lugar en el laboratorio en condiciones libres de polvo. Además, el aire fue filtrado en todo el procedimiento y en la sala solo podía haber dos investigadores a la vez vestidos con batas protectoras de laboratorio.

Este hallazgo es muy significativo porque revela que los microplásticos también pueden ayudar a la formación de grandes bolas de granizo. Si la contaminación por microplásticos no disminuye, este suceso de que grandes granizadas azoten en los territorios, será más común de lo normal.

Peligro de los microplásticos

Los microplásticos son piezas muy pequeñas de plásticos, de menos de cinco milímetros y más de un micrómetro, casi invisibles al ojo humano. Estas partículas contaminan el medioambiente ya que se encuentran en todas partes: en el aire, en el agua, en los alimentos, en los productos de higiene y hasta en el cuerpo humano.

De hecho, la ONU declaró en 2017 que existen hasta 51.000 millones de partículas de microplásticos en el mar que amenazan diariamente la vida marina. Está claro que este componente es muy problemático para el medio ambiente y que si no se reduce su uso considerablemente las consecuencias serán aún peores.