Venganza en Pontevedra

Un hombre siembra el pánico con una motosierra en un bar donde no le quisieron fiar una cerveza

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Algunos clientes intentaron huir del local por la ventana

Un hombre sujeta una motosierra

Un hombre sujeta una motosierra / Pixabay

Alexandra Costa

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Tenía la costumbre de no pagar las consumiciones y, además, su comportamiento no era precisamente ejemplar. Por eso, el bar Atalaya del pueblo de Marín, en Pontevedra, vetó la entrada a este hombre. Sin embargo, el individuo se personó el establecimiento a principios de mes, el pasado día 3, dispuesto a saldar sus deudas. Tampoco debía mucho, apenas 15 euros. Una vez pagados, pidió una cerveza. Sin embargo, el camarero no quiso servírsela porque sabía que se la tendría que volver a apuntar en su cuenta particular. Eso no gustó al cliente y se fue. Pero volvió: con una motosierra para vengarse.

Marín es una villa de 25.000 habitantes situada a la orilla de la ría de Pontevedra. En Google aparecen una treintena de bares y restaurantes, y el Atalaya está frente al parque Eguren. Destaca por sus bocatas y sus churros. Entra toda la oferta del pueblo, el hombre tenía predilección por ese bar.

Algunos clientes intentaron huir por la ventana

A nadie le gusta ser persona 'non grata', que te echen de un sitio no debe ser plato de buen gusto. Y menos por moroso. Según explican los medios locales, todo empezó unos días antes. El presunto agresor acudió al bar en evidente estado de embriaguez y dejó varias consumiciones sin pagar.

Los dueños del local tomaron la decisión de vetarle la entrada y le recomendaron que no volviera por allí, por lo menos, en unos días. Lo cumplió durante 48 horas. Entonces, lo que podría haber quedado en una simple riña se fue de madre. El hombre volvió motosierra en mano, y encendida, y amenazó al camarero como a los clientes allí presentes.

El propietario del bar explicó a 'El Diario de Pontevedra' que el individuo "sembró el pánico" en el local y que algunos clientes intentaron huir por la ventana. Afortunadamente, la rápida actuación de uno de los asiduos, que además conocía al hombre, evitó un susto mayor ahogando la motosierra.

Delito por amenazas leves

El presunto agresor se fue y el camarero cerró el bar antes de hora. La Policía Nacional ya ha identificado al hombre e investiga el suceso por un presunto delito de amenazas leves. El establecimiento, por su parte, no ha interpuesto ninguna denuncia. Además, se lo ha tomado con humor, tal y como muestra en una publicación de su página de Facebook.