Los bebés hiperrealistas vuelven este fin de semana a Madrid

La Sala Demo3 MEU de la estación de Chamartín de Madrid acoge este sábado y domingo la octava edición de la Dolls and Reborn International Show (DARIS), también conocida como Feria del bebé reborn, un evento que contará con la presencia de más de 30 expositores donde se pondrán a la venta todo tipo de bebés hiperrealistas y complementos para tenerlos a la última.

Las organizadoras, Marienca Gago y María Valle Escudero, han asegurado que lo que exponen en la feria "no son muñecos al uso, sino piezas artísticas únicas, de colección, que intentan reproducir la naturaleza o la figura humana con la máxima fidelidad posible". Debido a la influencia del estilo del artista y la utilización de diferentes técnicas, cada muñeco cuenta con sus propias características. 

Un fenómeno de la Alemania en guerra

Las muñecos reborn (renacidas) son un fenómeno mundial que ha encontrado en el siglo XXI su mejor escaparate. La afición por estos productos, que reproducen casi a la perfección a un recién nacido, recaló en España hace algo más de una década, aunque se originaron mucho antes, en la Alemania de la segunda guerra mundial, cuando los alemanes pasaban gran parte de su tiempo en los refugios. Seguramente debido a las horas muertas que pasaban allí, las madres germanas se entretenían en reformar las muñecos de sus hijas para darles un aspecto nuevo.

La posterior industrialización de esta práctica es lo que ha convertido la confección de estos muñecos de silicona o vinilo, en todo un proceso artesanal llamado reborningn (renacimiento), y algunos de estos productos se llegan a vender hoy en día como auténticas obras de arte. Además de erigirse como piezas de coleccionista o haber sido utilizados en el cine y la televisión, los bebés reborn también se han convertido en una herramienta terapéutica para personas que sufren de alzhéimer o para quienes no pueden tener hijos.

Estos muñecos, al igual que todo tipo de accesorios para ellos (ropa, cunas, biberones, chupetes...), se venden principalmente a través de internet o en ferias y convenciones. El precio de cada bebé varía desde los cientos a los miles de euros. A menudo, el proceso de compra se intenta camuflar como una "adopción", por lo que suelen venir con certificados de nacimiento o adopción donde figuran sus datos como el nombre, el número de edición, el peso o el tamaño. Incluso se pueden solicitar a los fabricantes con unas características concretas.

Generalmente, estos productos, sobre todo los que están hechos de silicona, permanecen en buen estado durante muchos años, ya que se pintan con pigmentos especiales resistentes al tiempo y al agua. Últimamente, incluso se implantan mecanismos que simulan la respiración e incluso les permiten realizar algún que otro movimiento con la boca o las manos.

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