Calcetines por bandera

Calentar, absorber el sudor, evitar rasguños por el rozamiento con el calzado… Nadie pone en duda su utilidad, pero los calcetines de uso diario han ocupado históricamente un lugar secundario en los armarios y, por extensión, en el universo textil. Esto ha cambiado en los últimos años. Marcas como Happy Socks, Stance o American Socks han devuelto el protagonismo a estas prendas, habitualmente de punto, con diseños llamativos y atrevidos. Y es que la gente también quiere contar cosas con los pies.

El monopolio de los calcetines negros, a priori los más discretos, terminó. ¿Por qué no llevar a la oficina unos calcetines con motivos 'beatlelianos'? Esto resultaría impensable hace solo una década, cuando los cánones estéticos todavía marcaban que los calcetines oscuros eran los más adecuados en un vestuario formal. Sin embargo, Happy Socks (calcetines felices, en castellano) agotó en unos pocos días varios modelos de su colección inspirada en la imaginería del ‘fab four’ y, más concretamente, su musical de dibujos animados ‘Yellow Submarine’. “El film de 1968 fue inspirado en la música de la legendaria banda de rock británica y se ha convertido en un clásico adorado por millones de personas alrededor del mundo”, destacaba la compañía, que definía esta colección como “un recordatorio diario de que lo único que necesitas es amor”, en alusión al archiconocido ‘All you need is love’ de los Beatles.

La marca sueca, fundada en  el 2008, lanzó esta edición limitada dirigida a los fans de John, Paul, Ringo y George con media docena de diseños, “seis pares de calcetines de algodón peinado”,  entre los que destacaban los modelos con submarinos amarillos y con las caricaturas de los músicos vestidos con los coloristas trajes del ‘Sgt. Peppers’s Lonely Hearts’, un disco publicado en 1966. Ambos modelos están actualmente agotados.

‘INFLUENCERS’

La compañía, creada por los emprendedores Mikael Soderlindh y Viktor Tell, siempre en busca de los diseños más rompedores y atractivos para su público, ha colaborado recientemente con la reputada tatuadora Megan Massacre y el DJ y productor Steve Aoki. La primera persigue con sus tres diseños, con las calaveras mexicanas asociadas con el Día de los Muertos, darle un “toque final diabólico” a la vestimenta. En cambio, los cuatro coloristas y atrevidos diseños del músico, ídolo de masas entre jóvenes y no tan jóvenes aficionados a la electrónica, son “un reflejo de su dedicación, determinación y pasión de vivir la vida al máximo”, según los responsables de Happy Socks.

El cineasta independiente Robert Rodríguez, el grafitero André, el rapero Snoop Dogg y los creadores de videojuegos como Minecraft, entre otros, también han colaborado en algún momento con esta marca sueca vendida en más de 90 países.

PIES QUE HABLAN

Los calcetines, como las camisetas o las zapatillas u otros complementos, pueden decir mucho de la personalidad de la persona, de sus aficiones e intereses. Hay diseños inspirados en sagas cinematográficas como ‘Star Wars’, también en superhéroes de cómic; y desde hace poco los seriéfilos también pueden lucir calcetines basados en ‘Stranger Things’ gracias a la marca estadounidense StanceStance. Hasta la fecha comercializan tres modelos diferentes para los adictos a la serie de Netflix, incluido un par con la icónica Eleven de la primera temporada, la Eleven con el pelo rapado y mirada desafiante al más puro estilo Teniente Ripley. 

En el extenso catálogo de Stance hay suficiente variedad como para encontrar unos calcetines que se ajusten a los gustos y aficiones, filias y obsesiones,  de cualquiera. En su página web se pueden encontrar pares con motivos musicales, para dar la nota literalmente, como los dedicados al  Michael Jackson de ‘Thriller’ a las grandes leyendas del heavy metal; o los calcetines con diseños para aficionados al golf, el surf o las motos. “Hemos convertido los calcetines en uno de los accesorios más excitantes del mundo en menos de cinco años”, explican los creadores de la marca en su página, a través de la cual venden en todo el mundo. Sus diseños están pensados para los pies de aquellos que “se atreven a ser diferentes”.

Los responsables de Stance van más allá y consideran haber impulsado un “movimiento de arte y autoexpresión” que ha atraído a atletas, artistas e ‘influencers’ culturales. Se refieren a las colaboraciones de personalidades de la talla del jugador de la NBA James Harden, la cantante Rihanna, el golfista Bubba Watson o la estilista Imogene Barron. Todos ellos son imagen de la marca y tienen una cosa en común: “viven según sus propias reglas”.  Sin duda, nunca una prenda tan pequeña dio para tanto.

‘MADE IN BARCELONA’

Aunque el nombre pudiera hacer pensar otra cosa, American Socks es una marca catalana. Inspirados en la estética de los patinadores de los años 70, los diseños de esta firma fundada por los hermanos  Wojtek y Olek Burek, dos catalanes de origen polaco, evocan a la cultura alternativa y urbana. “La idea surgió hace cuatro años de la necesidad, de buscar calcetines como los que usaban nuestros abuelos para jugar a tenis o fútbol. Solo los encontrabas en los mercadillos, de muy baja calidad. Pensamos que podríamos ofrecer algo más cualitativo y de proximidad”, recuerda Olek.

Los productos de American Socks se fabrican en una fábrica de Barcelona con un algodón ecológico. “Nos preocupamos por el medio ambiente, por lo que el proceso de producción cumple todos los requisitos ambientales”, aseguran.  Asimismo, los hermanos Burek destacan la confortabilidad y durabilidad de los materiales utilizados. “Cuando empezamos estábamos solos, y ahora ya hay 100 marcas de calcetines. Algunas vienen y van. No es tan sencillo como tener una web y posicionarla correctamente. Tienes que estar ahí”, cuenta Wojtek, en referencia a su presencia en numerosas ferias de cultura urbana y sobre todos festivales de músicas centrados en el hardcore y el punk rock como el Groez belga o el Punk Rock Holiday esloveno.

American Socks, con sede de operaciones en la calle de Sant Pere Més Alt del distrito de Ciutat Vella, Barcelona, envían a todo el mundo tres tipos de calcetines: por encima de la rodilla (‘ultra high’), a la altura de la rodilla (‘knee high’) y por encima del tobillo (‘mid high’).  La marca comenzó vendiendo calcetines monocolor con las clásicas rallas en la parte superior. Ahora también venden diseños muchos más atrevidos y personales,  los ‘signature series’. “¿La evolución de las ventas? Si el primer año vendíamos un calcetín, ahora vendemos 1.000 unidades. La proporción es muy bestia”, añade Wojtek.

“Ahora se venden más calcetines que nunca. Ya no es una cosa que compras porque necesitas tener algo entre el pie y el calzado. Para mucha gente, los calcetines han dejado de ser un accesorio o un complemento para convertirse en una prenda de vestir más, algo que quieres enseñar”, explica Olek.

ORIGAMI DE PUNTO

El fenómeno de los calcetines divertidos u originales adquiere tintes casi surrealistas en Japón, el país donde todo es posible y donde cualquier pasión se puede llevar hasta el extremo. Así, en el país asiático se pueden encontrar, por ejemplo, calcetines que despiertan el apetito. Son prendas para los enamorados del sushi, de las hamburguesas o de la bollería más fina. No son estampaciones o dibujos al uso. La gracia de estos modelos es su presentación. Y es que estas pequeñas prendas se venden dobladas de tal manera que parecen auténticas ‘burgers’, ‘pancakes’ o ‘makis’ de tela. Auténtico origamis de ropa, tan monos y vistosos que da pena sacarlos de la caja y estrenarlos.

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