"ME CONFORMO CON PASAR"

España, en la frontera más peligrosa

Los jugadores de la selección española antes del duelo contra Polonia

Los jugadores de la selección española antes del duelo contra Polonia / @SeFutbol

Marcos López

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"Dada la situación actual, me conformo con pasar". Hasta él, un tipo enérgico y lleno de convicciones ("Luis Enrique nació optimista y morirá optimista", confesó), se mira con inevitable recelo el duelo decisivo de España ante Eslovaquia, el partido que no puede perder si quiere, al menos, garantizar un proceso estable en la reconstrucción de una selección que anida en el segundo nivel mundial. Y europeo.

Una victoria le garantiza continuar en el torneo tras sus dos frustrantes empates iniciales (0-0 ante Suecia y 1-1 con Polonia, incluyendo un penalti fallado) que han colocado bajo sospecha a todos, empezando por el propio seleccionador, el líder ideológico y futbolístico de una renovada España donde no queda espacio para las vacas sagradas como Ramos, con la sensación de debilidad que eso proyecta en caso de un triste y mal arranque como el vivido esta última semana en Sevilla.

El equipo está cuestionado y el técnico, más que nadie. Dueño casi absoluto como es el asturiano de este proyecto de regeneración

El equipo está cuestionado y el técnico, más que nadie. Dueño casi absoluto como es el asturiano de este proyecto de regeneración de un grupo que intenta, y de momento sin éxito, olvidar las caídas de dos Mundiales (Brasil-2014 y Rusia-2018) y una Eurocopa (Francia-2016). Tres torneos que retratan la imparable decadencia de La Roja.

En busca de calma

Ganar le da vida y, sobre todo, calma a esta pandilla de jóvenes, cuya mayoría ni juegan en la Liga española ya que 14 están fuera del país. Hasta un empate, siempre que Polonia no gane a Suecia, le abriría la puerta de los octavos de final, además de proporcionar calma a LuisEnrique, acosado por preguntas que ni tan siquiera podía imaginar antes de arrancar la Eurocopa.

"¿Dimitir si perdemos ante Eslovaquia?", le cuestionaron en Deportes 4 al seleccionador aún en la madrileña ciudad deportiva de Las Rozas, poco antes de volar ayer hacia Sevilla, un hogar donde la selección no se han sentido nada cómoda. Primero por el mal césped de La Cartuja, después por los pitos a Morata y, especialmente, porque no ha jugado todo lo bien que esperaba. "¿Estás de broma?", le respondió Luis Enrique de forma metáforica al periodista cuando le inquirió por su futuro inmediato. "Si estoy pensado en renovar, ¡imagínate", afirmó.

Sin "la guinda del gol"

Para construir planes estables de futuro necesita el técnico conquistar tiempo. Y eso pasa únicamente por derrotar a Eslovaquia y avanzar hacia los octavos de final, lo que daría algo de sosiego, tampoco demasiado, a un grupo que se halla al borde del precipicio.

"¿Autocrítica? Han sido dos partidos en los que hemos sido mucho mejores que el rival, pero nos ha faltado la guinda del gol, que es lo más importante", confesó el asturiano, quien barrunta cambios en el once inicial. No duda de su idea táctica -el 4-3-3 parece, como casi siempre, innegociable-, pero sí de la necesidad de apuntalar a un equipo tierno y joven. Muy joven.

"Tengo la sensación que esta selección es como la botella de cava que está a punto de descorchar... Creo que en cuanto la descorchemos va a salir de nuevo nuestra mejor versión"

— Luis Enrique, seleccionador español

"Puede ser que sí y puede ser que no...", respondía de forma seca Luis Enrique cuando le cuestionaron si agitaría realmente a la selección o solo introducirá retoques estratégicos en un once que no ha dominado ninguna de las áreas. Ni la de Unai Simón ni la rival. Regresa, eso sí, Sergio Busquets, el capitán, como pilar de apoyo imprescindible para manejar un escenario lleno de angustia emocional, superior incluso a la futbolística porque España, que lleva dos puntos de seis posibles, se asoma al precipicio sin margen siquiera para otro resbalón. Sería fatal.

 Está la selección en el umbral de una frontera más peligrosa de lo que ya realmente es, aunque Luis Enrique presuma de optimismo. Caer en la primera fase de la Eurocopa desencadenaría una tormenta nacional ..... Pero el técnico lo mira distinto. "Tengo la sensación que esta selección es como la botella de cava que está a punto de descorchar... Creo que en cuanto la descorchemos va a salir de nuevo nuestra mejor versión. Tengo contrato hasta después del Mundial, pero viendo cómo me va... Estaría encantado de seguir".