Esplugues estima que su futuro Distrito de Innovación en torno a Sant Joan de Déu creará 23.000 nuevos puestos de trabajo

La próxima década del área metropolitana de Barcelona será la de los desarrollos urbanísticos que sustenten polos de innovación, especialmente biomédica, alrededor de hospitales catalanes de referencia. Tras liderar el fenómeno L'Hospitalet de Llobregat impulsando un futuro polo biomédico ('biopol') cuyo plan urbanístico se acaba de aprobar definitivamente, Esplugues de Llobregat, ciudad que de hecho también participa en el mencionado 'biopol', presenta ahora sus credenciales para capitanear un Distrito de Innovación que aspire a una nueva centralidad metropolitana y que, a su vez, pivote sobre la salud y aproveche la onda expansiva de la siempre potente 'marca Barcelona'.

Si el centro hospitalario de referencia en el proyecto de L'Hospitalet es el Hospital de Bellvitge, en el caso de Esplugues es el Hospital Sant Joan de Déu. Es en torno a él que gira el 'Porta Diagonal', plan urbanístico que sostiene el proyecto y basado, como ya adelantó EL PERIÓDICO, en seis edificios en la Av. Diagonal —justo en la intersección de Esplugues con Barcelona y L'Hospitalet— entre los cuales destacan dos torres de unos 100 m de altura, una de las cuales ha llamado la atención de AstraZeneca y cuya construcción ya ha dado inicio. Además, otros cuatro edificios, que previsiblemente estarán vinculados al campus del Sant Joan de Déu, conforman un total de 90.000 m² de techo en la zona.

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Ése es el esqueleto. Para darle vida, el Ayuntamiento de Esplugues estima que su futuro Distrito de Innovación será capaz de crear unos 23.000 puestos de trabajo de cara al año 2040, según los detalles del proyecto a los que ha accedido este diario y que serán presentados este miércoles 10 de abril en un acto que inaugurarán la alcaldesa de Esplugues, Pilar Díaz (PSC), y la de Sant Boi de Llobregat y presidenta de la Diputación de Barcelona (DIBA), Lluïsa Moret (PSC). Es una dimensión asimilable a la que precisamente prevé el 'biopol', que proyecta unos 29.000 nuevos puestos de trabajo localizados sólo en L'Hospitalet.

Además de los potenciales empleos, Esplugues proyecta su distrito innovador a través de cuatro ecosistemas diferenciados: uno sobre investigación médica y biotecnología (desarrollo urbanístico de 357.950 m² totales); otro sobre salud, alimentación y deportes (185.400 m² totales, 36.150 m² de los cuales serán nuevos); un tercero sobre desarrollo sostenible y 'urbantech' (141.150 m² nuevos); y un cuarto acerca de diseño de productos e Inteligencia Artificial para el desarrollo empresarial (77.050 m² nuevos).

A ojos de la alcaldesa Díaz, el 'Porta Diagonal' "no será una zona más de oficinas, sino el epicentro de un distrito biómedico basado en un ecosistema de economía del conocimiento donde de forma natural se ubicarán empresas de alto valor añadido". Díaz afirma que "si podemos desarrollar al máximo todo el potencial de los cuatro ecosistemas de innovación de la ciudad, tenemos estudios que nos indican que la ciudad podría cuadruplicar su Producto Interior Bruto (PIB)".

La realidad urbanística del proyecto

El presente del proyecto 'Porta Diagonal', comprendido en la última fase de ordenación del denominado ‘sector Finestrelles’, no se explica sin el protagonismo del Hospital Sant Joan de Déu como epicentro en torno al cual pivota un desarrollo urbanístico que aspira a poner el acento en la medicina y la salud. 

En el área urbana comprendida entre el centro hospitalario y la avenida de Jacint Esteva Fontanet de Esplugues, que conecta con Collserola, se proyecta la construcción de un total de seis edificios, entre los cuales destacan dos torres de unos 100 m de altura, una de las cuales es la que ha llamado la atención de AstraZeneca y que se denomina provisionalmente 'torre A', y otra destinada a albergar el hotel 'Tower One', cuya construcción ya ha dado inicio. Entre las torres y otros cuatro edificios están proyectados un total de 90.000 m² de techo en la zona que, según fuentes municipales de Esplugues, recibirán una inversión "para su esqueleto" de "más de 200 millones de euros".

Aprobado definitivamente el plan urbanístico para desarrollar el futuro polo biomédico de L’Hospitalet

El arquitecto responsable del proyecto, Enric Batlle, de la conocida firma Batlle i Roig, explicó a este diario que los seis edificios citados tienen ya lista la licencia de obras y que en la actualidad están ya en construcción tres de ellos: la torre del hotel 'Tower One' (casi 21.000 m2) y dos de los edificios administrativos (entre ambos suman unos 15.000 m2), los cuales estarán vinculados al campus de Sant Joan de Déu y que se denominarán 'Campus Únicas', la primera piedra del cual se puso a finales de este mes de febrero. La previsión es que las obras finalicen en dos o tres años. En cuanto a la 'torre A', la previsión es de cinco a seis años para la finalización de las obras.

"Uno de ellos será un centro de medicina de precisión con laboratorios sobre enfermedades minoritarias y el otro también estará conectado al hospital. Además, el enfoque del hotel no es únicamente el lujo, sino que está pensado para familias y médicos vinculados al hospital", explica Batlle.

Por su parte, la alcaldesa Díaz pone en valor el área de la ciudad a la altura de la Diagonal como un polo de innovación e investigación en torno a la salud donde el Hospital Sant Joan de Déu tiene un especial protagonismo. "Formamos parte del 'bioclúster' de innovación y salud y concentramos un importante sector biomédico con empresas de referencia como Synlab, Made of Genes o Galenicum", apunta Díaz, compañías a las que agrega la "presencia clave de otras instituciones de referencia como la Universitat Politècnica de Catalunya, el Barcelona Techo o IESE, ESADE y ahora la incorporación del Hospital Clínic", rubrica la alcaldesa.

Antecedentes y contexto histórico del plan

El actual plan 'Porta Diagonal', anteriormente conocido como plan 'Porta Barcelona' y todavía antes como 'Pla Caufec', halla sus orígenes a principios de la década de los noventa. Fue en 1991 cuando las empresas Cauval y Fecsa (de ahí el nombre original 'Caufec') propusieron un plan urbanístico para transformar el importante acceso a Barcelona junto a la ladera de Collserola con el compromiso de soterrar las líneas de alta tensión de la zona, episodio que los vecinos de la zona aplaudieron.

No corrieron la misma suerte, sin embargo, los miles de metros cuadrados planificados para pisos (medio millar de viviendas, recuerda el arquitecto Batlle) y grandes edificios para oficinas u hoteles que fueron objeto de oposición vecinal prácticamente desde los orígenes del proyecto urbanístico.

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Ese rechazo se acrecentó, a través de múltiples protestas, a partir de 2005, cuando en pleno ‘boom’ inmobiliario el proyecto empezó a tomar forma ya con obras a la vista. El movimiento vecinal de Esplugues llegó a explorar incluso la vía judicial contra el proyecto apelando a su impacto ambiental negativo sobre Collserola, una senda que no prosperó.

En el contexto de protesta contra el desarrollo urbanístico se llegó a constituir una entidad vecinal, la Plataforma No al Pla Caufec, que a día de hoy apenas tiene ya predicamento. Pese a que la crisis del 2008 paralizó la mayoría de grandes proyectos urbanísticos barceloneses como el de la ordenación del 'sector Finestrelles', las obras volvieron a reactivarse entre 2015 y 2017. En este sentido, el último movimiento del proyecto fue la renovación en marzo del 2021 del convenio urbanístico entre el Ayuntamiento de Esplugues y las promotoras Sacresa, Porta Diagonal y Caufec, el cual habilita a los actuales avances.

En el terreno estrictamente político, las posturas sobre el 'Porta Diagonal' quedaron fijadas en la citada renovación del convenio urbanístico entre el Ayuntamiento de Esplugues y las promotoras Sacresa, Porta Diagonal y Caufec: mientras PSC (que suman junto con los 'Comuns' mayoría absoluta en Esplugues), PP y Ciutadans votaron a favor, ERC votó en contra y los 'Comuns' se abstuvieron.

Por su parte, desde la Plataforma No al Pla Caufec, y pese a que el proyecto encara ya su última etapa, reiteran las críticas a su “impacto paisajístico” y a "desarrollar viviendas de lujo inaccesibles para los vecinos de Esplugues”, concluyen.

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