El 'transbordo' más corto entre el 'bicing' de BCN y el metropolitano: 14 minutos a pie

El recién estrenado servicio de 'bicing' metropolitano prevé que, durante los próximos meses, se pongan en marcha un total de siete 'estaciones-puente' para que en ellas sea posible 'saltar' de una bicicleta barcelonesa a otra metropolitana y viceversa sin mayor complicación. Una solución parcial a la inviable, al menos hasta principios de 2031, total integración de ambos 'bicings' en un servicio unitario.

Mientras no llegan estas estaciones de intercambio, cuyas ubicaciones están planeadas en zonas limítrofes de la capital con ciudades de su entorno (la Ciutat de la Justícia y Collblanc con L'Hospitalet de Llobregat; Baró de Viver con Santa Coloma de Gramenet; o Zona Universitària con Esplugues de Llobregat, por ejemplo), la conexión entre la última estación de 'bicing' metropolitano (de las nuevas, la ubicada más al este) y la primera de las estaciones del 'bicing' barcelonés (el que está más al oeste de la capital) son catorce minutos a pie.

De oeste a este, el trayecto da comienzo en el número 20 de la avenida de Ahrensburg de Esplugues, justo al lado del Hospital Sant Joan de Déu. Allí está ubicada la estación de 'bicing' metropolitano por el momento más cercana -dejará de serlo cuando se inauguren las de L'Hospitalet- a una estación de 'bicing' barcelonés, concretamente la del número 9 de la calle del Gran Capità, a nueve minutos a pie del metro de Zona Universitària.

Los catorce minutos andando que separan ambos puntos es en la actualidad el 'transbordo' más corto entre ambos servicios de 'bicing'. De hecho, en esta misma zona, específicamente en el número 25 de la calle John Maynard Keynes, está previsto que se ubique una de las 'estaciones-puente', la cual fomentará el traslado en bicicleta de Esplugues a la capital y viceversa.

"A nuestras madres les interesa el 'bicing' metropolitano"

En la estación de 'bicing' metropolitano de Esplugues, la del Hospital Sant Joan de Déu, ciertamente desangelada ya que la lluvia no acompaña, tres chicos se muestran interesados por el nuevo servicio metropolitano. Se llaman Noel Enrique (15 años), Arán (14 años) y Oleguer (15 años) y son alumnos del Colegio Alemán de Barcelona.

"A nuestras madres les interesa el 'bicing' metropolitano porque dicen que va más rápido que el bus", explican los chicos, que son usuarios habituales de bicicleta y valoran positivamente la futura conexión de Barcelona con ciudades metropolitanas como Esplugues a través del nuevo servicio.

El 'transbordo' de catorce minutos a pie -según Google Maps y confirmado cronómetro en mano- transcurre por las instalaciones del Sant Joan de Déu, a medio minuto de la citada estación de Esplugues, y recorre la ladera que da a la Ronda de Dalt.

Una vez cruzada la Ronda de Dalt por la avenida de Esplugues, los grupos de chicos de la zona alta de Barcelona que salen al mediodía del instituto, por ejemplo del Institut Pedralbes, se amontonan en las calles.

Siguiendo la estela de las piñas de jóvenes barceloneses se transita la avenida hasta llegar a la calle Gran Capità de Barcelona, que en su número 9 anida el 'bicing' barcelonés más cercano a la estación metropolitana del Sant Joan de Déu. Allí toma una bicicleta Pol (22 años), que va dirección Camp Nou y dice no tener intención "por el momento" de abonarse al servicio metropolitano.

"Una oportunidad" para las ciudades metropolitanas

La puesta a punto del 'AMBici' cuesta 40,5 millones al Área Metropolitana de Barcelona (AMB). La financiación se apuntala con 7,2 millones procedentes de los fondos europeos anticrisis Next Generation, destinados la compra de bicicletas y paradas.

En octubre, el por entonces primer teniente de alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, definió el servicio entre la capital y las ciudades de su entorno "como quien cambia de bus a metro o de metro a ferrocarril”. A su vez, Collboni se comprometió a estudiar fórmulas para llegar a "una mayor integración” en el futuro entre los dos modelos de bicicleta compartidas.

Por su parte, las responsables políticas consultadas, desde la alcaldesa de Esplugues, Pilar Díaz, a la alcaldesa de Sant Boi de Llobregat, Lluïsa Moret, pasando por la teniente de alcalde de Cornellà Emilia Briones, coinciden en que la llegada del 'bicing' metropolitano supone a sus ciudades "una oportunidad". Tanto en términos de intermodalidad del transporte público como de movilidad sostenible con Barcelona como aliada.

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