CONTRA EL DESPERDICIO

Un cambio de hábitos podría evitar que el 34% de los alimentos de un comedor escolar terminaran en la basura

Es una de las conclusiones extraídas de un estudio que han hecho seis investigadoras del CREDA-UPC-IRTA en cinco escuelas de Badalona, Esplugues, Barcelona y Granollers

comedor escolar donde se ve una niña de espaldas eligiendo alimentos

comedor escolar donde se ve una niña de espaldas eligiendo alimentos / periodico

ACN

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Si los niños y niñas que hacen uso del comedor escolar cambiaran su comportamiento antes de consumir los alimentos se podría evitar que el 34% de la comida acabe en la basura. 

Este es uno de los datos extraídos de un estudio que han hecho seis investigadoras del CREDA-UPC-IRTA en cinco escuelas de la región metropolitana de Barcelona. 

Se calcula que cada comedor escolar estaría malgastando unos 20 kilos al día y, por ello, los responsables de este estudio creen que con un cambio de hábitos se podría evitar. 

Que los niños supieran el menú con antelación, comer sólo en función del apetito que tengan y aprender a pelar bien las frutas son sólo algunos de los cambios que propone el estudio para no tirar tantos alimentos a la basura.

El estudio, que ha sido liderado por la investigadora del CREDA Berta Vidal, especifica que si los niños y niñas cambian su comportamiento antes y después de cada comida el desperdicio alimentario se reduce. 

Ideas para reducir el desperdicio

Según ha explicado Berta Vidal, durante el proceso previo de observación, que duró 10 días, se detectó que muchos niños y niñas no saben el menú que hay cada día. 

Por eso, lo que hicieron fue incluir en el comedor un cartel donde se explica el menú del día, de modo que los niños y niñas pueden saber antes qué hay para comer. "De esta manera los alumnos calculan el apetito que tienen y si el alimento les apetece o no para tener en cuenta a la hora de servirse", comenta.

Semejante a esta medida se ha aplicado durante el estudio el 'semáforo del hambre', que busca conseguir que los niños y niñas coman según el hambre que tienen. "Los niños se identifican con animales como los osos, el zorro y la hormiga, y comen una ración mayor o menor según el apetito", detalló Berta Vidal.

Uno de los aspectos que más ha sorprendido las investigadoras es el desperdicio que se hace con los postres, y más concretamente con la fruta, "porque los niños y niñas no saben pelarla". Para evitar que parte de las piezas de fruta vayan a parar a la basura lo que se hizo en los comedores que participaron en el estudio fue introducir un cortador específico de fruta que redujo el desperdicio.

Todos estas ideas preventivas que se han elaborado a partir del estudio se pondrán a disposición de todas aquellas escuelas que quieran reducir el desperdicio en su comedor escolar a través de un blog en internet titulado 'Escuelas contra el despilfarro alimentario'.

El estudio, que ha sido premiado por el Plan Estratégico Metropolitano de Barcelona (PEMB), se ha llevado a cabo en cinco escuelas de Badalona, Esplugues, Barcelona y Granollers.

En la región metropolitana comen cada día 432.423 alumnos y se desperdician unas 20 toneladas diarias de comida. Si el estudio se aplicara a todas las escuelas se podrían dejar de derrochar 550.000 raciones.

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