Un Espanyol impotente se bloquea en casa y pierde el liderato

Se buscaba este viernes líder de Segunda en Cornellà y el duelo acabó con la primera derrota del Espanyol en casa ante un gran Leganés (0-1). El segundo desbancó al primero. El menos goleado tumbó al más realizador. El equipo de Luis García se bloqueó contra un rival que desconectó a la plantilla más cara gracias a una actuación rocosa y convincente.

Los blanquiazules fueron incapaces de batir a un Leganés con las ideas muy claras. El Espanyol pierde el liderato y podría bajar algún puesto al acabar la jornada. La igualdad es máxima en Segunda y cualquier tropiezo se paga caro. El Sporting y el Eibar serán las próximas pruebas para olvidar la frustración vivida ante 20.600 espectadores.

Un rival sin miedo

Apostó Luis García por Gragera y Keidi Bare en la sala de máquinas, dejando a Aguado en el banquillo. Era la única duda en una alineación que contó con Óscar Gil en lugar del lesionado Omar. Echó de menos el equipo perico la energía del lateral canterano ante un adversario que planteó el partido de maravilla.

Desde el primer momento se vio que el cuadro madrileño no jugaría atemorizado en Cornellà. Su capitán, el central Sergio Gónzalez, lo dejó bien claro en la charla del vestuario: «¡Puede que ellos sean la mejor plantilla, pero hemos venido aquí a luchar, a competir como un equipo y a ganar!». 

Puado y Melamed, desconectados

No cayeron en vano esas palabras del defensa. El Leganés saltó al Stage Front Stadium sin contemplaciones. Desconectó por completo a Javi Puado y Nico Melamed, los dos jugadores más creativos del cuadro perico, pero no solo demostró su solidez ya conocida, sino que también atacó con peligro.

Calero vio pronto una amarilla que acabaría lastrando su actuación. Es cierto que el Espanyol tuvo su doble ocasión para voltear el guion, pero el meta Conde envió a córner el remate de Pere Milla y el cabezazo posterior de Braithwaite tampoco alcanzó la red (m. 23). 

"Era un partido clave, se han cerrado muy bien y no hemos podido marcar. Era importantísimo ganar, pero no es el fin del mundo"

Javi Puado

— Delantero del Espanyol

Cabezazos de Braithwaite

Los pericos se fueron al descanso con el miedo en el cuerpo tras evitar milagrosamente el 0-1. Gragera y Brian Oliván ejercieron de salvadores. Lejos de reaccionar y de volver al terreno de juego con una marcha más, el Espanyol siguió romo y sin rumbo.

El mazazo podía llegar en cualquier momento y fue Miguel el encargado de batir a Pacheco al superar a un Calero demasiado temeroso. Luis García movió el árbol sin éxito. Dos cabezazos de Braithwaite repelidos por Conde fueron las únicas opciones de un Espanyol impotente.