Vilanova: la ciudad de los perros

Ya estoy harta de quejarme sobre un problema que afecta a todos los vecinos de la ciudad de Vilanova y, ante la falta de respuesta por parte de nuestro ayuntamiento, agradezco sinceramente esta oportunidad para insistir en el asunto. 

Las aceras, los portales, el paseo marítimo e incluso las entradas a los centros comerciales y supermercados están llenas de meadas de perros. Siempre se habla de las cacas y se olvida de los orines que son otro desagradable (por no utilizar un adjetivo más fuerte) excremento.

Ya no hablo de la multa que en su caso pudiera imponerse a los dueños de los canes, hablo del respeto y de la convivencia a la que faltan cada vez que acercan a su mascota a una esquina cualquiera, sin tener consideración de ningún tipo por el resto.

Pero aunque ellos sean igual de incívicos, no hace que me olvide del cinismo de nuestros dirigentes: no me acuerdo la última vez que vi a un servicio de limpieza municipal higienizar farolas y esquinas.

Y siempre me pregunto qué será de tanta gente en la calle que podría ganarse un jornal en este tipo de tareas.