Contenido de usuario Este contenido ha sido redactado por un usuario de El Periódico y revisado, antes de publicarse, por la redacción de El Periódico.

"Si quieren, pueden acabar con la desigualdad en España"

Colas del hambre en la parroquia de Sant Isidre, en Barcelona.

Colas del hambre en la parroquia de Sant Isidre, en Barcelona.

Oxfam ha publicado su informe sobre la desigualdad que existe en España atendiendo a la pobreza. Los datos son demoledores y confirman que la pandemia ha empeorado la actual situación. Cuatro de cada diez personas se encuentran en situación de exclusión social. El sector público ha desplegado, durante la pandemia, una serie de iniciativas que han tratado de paliar su impacto pero aun así no han logrado mitigar el aumento de las desigualdades sociales.

Entretodos

Publica una carta del lector

Escribe un 'post' para publicar en la edición impresa y en la web

La fractura social, a mi modo de ver, solo podrá reducirse con una clase política comprometida y una sociedad civil más fuerte. La situación es crítica; por eso espero que los políticos hagan un esfuerzo de responsabilidad y nos demuestren que son capaces de ponerse de acuerdo. Si quieren pueden: la Xunta de Galicia y el Gobierno acaban de firmar un proyecto piloto en inclusión para perceptores de rentas mínimas y centrado en la pobreza infantil.

El Gobierno y los partidos de la oposición deben proponer medidas más igualitarias invirtiendo más y mejor, porque es un deber inexcusable, irrenunciable e impostergable. Victor Hugo dijo: “El deber es un dios que no admite ateos”. A nosotros nos toca hacer sentir a los políticos nuestro aliento en sus cogotes para que sean conscientes de que tienen que dejar a un lado la confrontación y desarrollar la cooperación. Tenemos que ser la voz activa y promover movimientos que reconozcan los derechos de los más desfavorecidos. Estamos obligados a ser sus mensajeros porque tienen pleno derecho a que sus voces y anhelos sean escuchados y tenidos en cuenta.

Esta es nuestra realidad, y es por ello que la clase trabajadora tiene que situarse en una posición de fortaleza que nos permita ser más eficaces en la lucha reivindicativa para recuperar y mejorar los derechos y condiciones de vida. No podemos demostrar debilidad. Tenemos que actuar ya, desde el plano individual y colectivo, con resiliencia y valentía.

Participaciones de loslectores

Másdebates