Es una pena vivir en Barcelona y no poder disfrutarla

Lunes 12 de octubre. Es fiesta. Genial, me digo, aprovecharé para disfrutar de un día en familia y enseñar a mi hijo edificios tan maravillosos como la Casa Batlló: la vio el pasado 27-S en televisión y alucinó.

Pues nos ponemos a ello. Ya cuento con el transporte público, que al vivir fuera de Barcelona, dos zonas, ya me sale por un pico (somos tres).

Tres eurazos el billete de ida. No, me digo, mejor una tarjeta, T10 dos zonas, 19.60 euros y me sobran dos viajes.

Miramos las entradas a la Casa Batlló: 21,50 euros por cabeza. Plan B, Casa Milà: 20,50 euros. Plan C, Sagrada Familia: 15 euros. Desisto, no sea que nos dé por el vicio de comer y nos salga la broma por más de 100 euros.

Una pena vivir en Barcelona y no poder disfrutar de una gran parte de ella.