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Hay proceso después de Mas

Ante el empeño de la CUP en no investir como President a Artur Mas,   aun después de haber sido este imputado por el Tribunal Superior de   Justícia de Catalunya por haber puesto las urnas el 9-N, lo cual realza   su valor simbólico para con el proceso de independencia, estoy   percibiendo una presión hacia aquellos para que den su brazo a torcer   por parte de los partidarios de Junts pel Sí, a mi juicio, injustificada.

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Pongamos los hechos sobre la mesa. Junts pel Sí no ha conseguido la   mayoría absoluta de escaños en el Parlament; esta mayoría la completan   los diputados de la CUP. Luego, la CUP es imprescindible para seguir   adelante con el proyecto común. Así como también lo es CDC, por mucho que algunos preferiríamos que hubiera fuerzas de izquierdas   suficientes implicadas para llevarlo a cabo. La CUP ha repetido día y   noche durante toda la campaña que no investirían a Mas como President   y se les pide con total normalidad que traicionen esa promesa   electoral si no quieren que el proceso descarrile. A nadie le importa que si ha aumentado tanto el número de votos de la CUP en detrimento de Junts pel Sí es por algo, entre otras cosas por la presencia de Mas   en la lista. También es cierto que la CUP no puede pretender imponer con 10 diputados que no haya nadie de CDC implicado en el futuro gobierno, cuando estos representan el triple.

Está claro que tendrán que llegar a un acuerdo en el que ninguna de   las dos partes quedará totalmente satisfecha, pero ¿realmente tiene   sentido que la presidencia de Mas sea una condición? ¿Depende todo este proceso que lleva detrás a casi dos millones de   personas de que una persona concreta sea su cabeza visible? En mi opinión, lo que tendría que hacer el Sr. Mas es renunciar por su   propia iniciativa a la presidencia, antes de que empezaran siquiera   las negociaciones, para que no sea percibido en sus filas como una   expulsión externa, sino como un sacrificio personal y desinteresado en   aras de algo que va mucho más allá de él.

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