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'Cyberbullying', un problema que también concierne a los padres

Un adolescente se oculta la cara sentado en el pasillo de su instituto.

Un adolescente se oculta la cara sentado en el pasillo de su instituto. / LAIA ABRIL

Sergio de Fuente Garrido

Hace tan solo unos días, tuve la oportunidad de poder asistir como invitado a un taller sobre bullying en mi antiguo centro escolar. Es uno de los talleres anuales que organizan los alumnos de cuarto de la eso. Su fin es concienciar a los estudiantes más pequeños de primaria sobre los problemas que este problema conlleva.

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Algo que llamó bastante mi atención es que se suponía que se iban a tratar los diversos tipos de hostigamiento que más se dan entre los alumnos en el ámbito escolar. Esto no fue así, ya que únicamente se centraron en debatir sobre el cyberbullying.

Esto llevó a preguntarme: ¿qué ocurre con el bullying que se produce dentro de las aulas? ¿por qué no conversan sobre este tema? ¿acaso se han olvidado de ello o no lo consideran importante?

En efecto, estaba en lo cierto. Al finalizar este coloquio decidí plantear estas preguntas a algunos docentes que allí se encontraban. Me respondieron que aunque el bullying que se produce en las aulas es grave, consideran todavía más importante el ciberbullying. Opinan que es algo que está a la orden del día y que cada vez afecta a más personas.

Indudablemente, estos señores estaban en lo cierto, cuando argumentaron que el cyberbullying es un nuevo tipo de acoso. Es cierto que está afectando a muchas personas y que se encuentra a la orden del día. Pero el hecho de que este asunto esté "de moda", no significa que se le deba quitar peso al acoso que se produce dentro de las aulas.

Tristemente aún no se ha erradicado y muchas personas lo siguen sufriendo, en su mayoría en silencio. No digo que no sea algo positivo sensibilizar a los jóvenes sobre el tema del cyberbullying, aunque no debemos olvidar del bullying que se produce dentro de las aulas.

Considero que este es un problema, que más que a los docentes, debe concernir a los progenitores de los menores. Estos, en la mayoría de los casos, no tienen conocimiento o se muestran pasivos ante el uso inadecuado que sus hijos/as hacen de las tecnologías y de las redes sociales.

De igual forma, considero que los docentes deberían mostrar más interés y no mirar hacia otro lado cuando sus alumnos sufren acoso escolar o cuando se ven desplazados por parte de sus compañeros. Esto último es algo que un docente puede saber perfectamente cuando se produce o no;  el asunto está en si se muestran predilección en ayudar a quien lo sufre.

Sea como sea y a pesar de esta apreciación; la conferencia fue de gran interés y pareció tener éxito entre los alumnos, quienes se mostraron atraídos por este tema. Siempre es de agradecer, que jóvenes como estos estudiantes se vean comprometidos en ayudar a que los más pequeños conozcan qué es el acoso escolar. Es necesario que tomen conciencia y, sobre todo, que muestren empatía hacia quienes lo sufren. El objetivo debe ser que no adopten la figura del acosador.

Nelson Mandela solía decir que la educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo; y esta debe comenzar a inculcarse desde la infancia. La concienciación sobre el cyberbullying es totalmente positiva, pero también debe ser algo que interese y preocupe a los padres de los escolares.

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