"Comerciales, dejen en paz a los difuntos, no necesitan ningún seguro para el hogar"

Septiembre de 2022. Suena el teléfono en casa de mi madre y contesto: "¿Dígame?". "¿Pedro Grau Sánchez?" Deduzco de inmediato que se trata de un comercial telefónico, armado con ese fascinante acento caribeño. Está haciendo su trabajo, pero por un motivo que desconozco se corta la comunicación. Afortunadamente, porque no tiene sentido explicarle a un completo desconocido una verdad que no le interesa para nada.

Pedro Grau Sánchez (nombre ficticio) era mi padre y falleció hace 16 años. Su viuda, mi madre, soporta estoicamente este suplicio telefónico desde entonces. 'Archivium delenda est'. La solución es tan simple como sancionar a cualquier empresa que no tenga actualizados sus archivos con el registro civil de defunciones, al cual se puede acceder sin problemas y que se actualiza cada hora de cada día, no cada 16 años. Esa medida es una ganancia para todos (para los que hicieron un máster un triple 'win-win'), se termina la tortura para los familiares, los comerciales dejan de perder el tiempo y el dinero llamando a difuntos (jamás contestan por teléfono, es mucho mejor probar con médiums y espiritistas, en internet los hay a cientos) y se ingresa más dinero en las arcas públicas, que buena falta hace.

El primer derecho de los muertos y de quienes los recuerdan es que los dejen en paz, no necesitan ningún seguro para el hogar, lo tienen gratis para la eternidad.