El Castillo de Cardona. Porque cuando paseas por dentro de sus patios, contemplas sus murallas y baluartes o te adentras en la iglesia románica de Sant Vicente, te trasladas a la edad media, a la Catalunya Vella, a los orígenes de la nación. Y cuando subes al tejado de la Torre Maestra y contemplas el paisaje, te imaginas lo que vivido durante la Guerra de Sucesión, cuando unos pocos centenares de hombres lucharon hasta el último momento para que "Cataluña fuese como los catalanes querían que fuera". ¡Patrimonio en estado puro!