Bruselas: Si es el miedo el que acecha, no hay medida que valga

Una buena amiga está viviendo en Bruselas. Trabaja en una de las  tantas organizaciones dedicadas al 'lobby' a favor del correcto desarrollo de nuestra preciada Europa.

Un pensamiento fugaz pasó por  mi mente cuando sucedieron los atentados en París: ¿Por qué no atacar  el corazón de Europa, Bruselas? Bueno, ahora parece que  es el  último lugar de la tierra donde van a atacar, y mucho menos sería obra  del delincuente al que buscan sin descanso.

Todas las medidas, no me  malinterpreten, son pocas cuando se refiere a evitar muertes. Pero,  ahora mismo, en Bruselas han llegado al extremo de trabajar desde casa, la  paranoia cubre la ciudad como un manto.

Me contaba esta buena amiga mía que lleva dos días en casa y que no se acuerda ni del terrible frío que hace en la calle. Me pregunto, cuándo va a acabar el toque de queda: ¿Cuando encuentren al terrorista?¿Cuando se produzca una explosión?

Si es el miedo el que acecha, no hay medida que valga.