Me parece ridícula la apelación a la Constitución. La voluntad de los pueblos, a lo largo de la larga historia, no se ciñe a las normas establecidas. Al contrario, son los pueblos los que sugieren cambios en la Historia superando sus marcos legales. Me parece ridícula también la llamada a todos los españoles para decidir sobre la posible independencia de Catalunya. Independencia significa, ni mas ni menos, "dejar de ser dependiente de" una entidad previa. Como en el divorcio o la mayoría de edad, no hay que consultar ni a cónyuges ni a las familias; son decisiones que van de dentro a fuera. El argumento parece sencillo, pero los reyes de la picaresca (España la inventó) tuercen los significados para adaptarlo a sus voluntades. La llamadas a la fuerza en España no son más que gritos de impotencia ante la incapacidad de hacer que todos nos sintamos satisfechos en este país. Un país al que se pertenece por la fuerza no tiene ni futuro ni interés. (Y lo dice uno que no es independentista; pero al que los argumentos unionistas le parecen patéticos).