Cara a cara

Encuentro con los lectores: "El caso Tersa es un caso más de desidia, una deuda más de la gran Barcelona con la periferia"

Encuentro con los lectores en el Espai Cultural Font de la Mina (Sant Adrià de Besòs).

Encuentro con los lectores en el Espai Cultural Font de la Mina (Sant Adrià de Besòs). / FERRAN NADEU

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Luis Benavides
Luis Benavides

Periodista

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El funcionamiento de la planta de incineración de residuos Tersa, en la frontera entre Barcelona y Sant Adrià de Besòs, permanece bajo sospecha desde hace años, cuando la plataforma vecinal Airenet presentó una denuncia en la Fiscalía basándose en unas mediciones efectuadas entre 2014 y 2017 por parte de la Universidad Rovira i Virgili. El estudio concluía que la presencia de dioxinas y furanos -sustancias cancerígenas- era mayor en este punto que en el entorno de otras instalaciones similares. El asunto permaneció soterrado hasta que intervinieron los periodistas Jordi Ribalaygue y Jesús G. Albalat, que empezaron a tirar del hilo y detectaron irregularidades cuando menos preocupantes. 

La exhaustiva investigación de los dos periodistas de EL PERIÓDICO, que han publicado más de una docena de artículos, aparece resumida en un documental web de 15 minutos de duración que fue presentado por primera vez ante la comunidad de lectores del diario en un Cara a cara en el Casal de la Font de La Mina. 

“Llevábamos años denunciando el exceso de contaminación que arroja Tersa a la atmósfera pero nadie nos hacía caso, la Generalitat no nos respondía, hasta que el EL PERIÓDICO empezó a pedirles datos”, recuerda agradecida la presidenta de Airenet, Silvina Frucella, quien pidió a los presentes que compartan el documental con sus amigos y conocidos para dar a conocer lo que considera un problema de salud pública de primer orden. “El amparo que brindan las administraciones [Ayuntamiento de Barcelona y AMB como propietarias y Departament d’Acció Climàtica como ente de control] a esta incineradora es de vergüenza”, protestó. 

Albalat y Ribalaygue analizaron exhaustivamente las tablas con millones de datos enviados por la Generalitat -concretamente las emisiones declaradas entre 2017 y 2021- a la jueza instructora del caso. Y la sorpresa fue que los dos periodistas detectaron, en los propios datos aportados por el ente de control, un flagrante y continuado incumplimiento de los umbrales legales de polución al menos en cinco sustancias (ácido clorhídrico, compuestos orgánicos, monóxido de carbono, mercurio y partículas). Según la versión del Departament d’Acció Climàtica son fruto de “un error en la configuración del Excel”. “Si no son erróneos, son mediciones que superan flagrantemente, de forma brutal, los niveles autorizados por la ley”, subraya Ribalaygue. Sea como sea, para él, especializado en información local, “se trata de un caso más de desidia, una deuda más de la gran Barcelona con este barrio y el entorno del Besòs”, dijo el periodista, en referencia al alud de datos sin revisar presentados al juzgado.

Batalla vecinal

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Según Albalat, la causa abierta a la incineradora del Besòs, en suspenso mientras se acaba de confirmar el origen de los datos alterados supuestamente por una hoja de cálculo configurada en inglés, pone de manifiesto un control sobre la central deficiente. “¿Cómo es posible que la Generalitat recoja millones de datos, segundo a segundo, y no los controle? ¿Para qué los quiere? No me vale la explicación de que si pasa algo la empresa ya avisa, eso no sirve”, dijo Albalat, quien considera que esta es una investigación muy complicada penalmente. No tiene claro, añadió, que interese llegar hasta el fondo este asunto. Con todo, en clave más positiva, el veterano periodista de tribunales considera que “la lucha vecinal habrá ganado una batalla” si esto sirve para que se controlen verdaderamente las emisiones a partir de ahora, en el futuro.

En el turno de preguntas, abundaron las palabras de agradecimientos de los asistentes, vecinos de la zona y por tanto afectados directos, por este meticuloso ejercicio de periodismo con el ciudadano. "Mi padre y mi hermana murieron por culpa del cáncer. Somos vecinos de Rambla Prim con Diagonal y respiramos a diario el humo de la incineradora. Ojalá esta investigación sirva para algo", confía una de las asistentes, Ana María Alonso. "Me gustó mucho el formato, poder hablar cara a cara con los periodistas y compartir nuestras preocupaciones", celebró Ángel, de la plataforma Fans del Porta a Porta, otra entidad vecinal que mantiene un pulso con la administración local. Y habrá muchos más encuentros. Como dijo Gemma Martínez, directora adjunta de EL PERIÓDICO, el diario se desplaza a los lugares donde pasan las cosas porque "nos gusta estar con las comunidades y creemos que cuanto más en contacto estemos con los lectores más nos podrán querer, más nos podrán leer".