Encuentro con los lectores: "El trabajo se guiará por coordenadas que irán más allá del salario"

De la reforma laboral a la entrada en tromba de los algoritmos en recursos humanos, de los perfiles que codician las empresas al sexismo en la oficina, nadie sale indemne. Pero sus mecanismos que operan detrás suelen ser un jeroglífico para la mayoría. Gabriel Ubieto, el especialista de Laboral de EL PERIÓDICO, ha logrado que sus artículos –y la newsletter– funcionen como un filtro de elementos densos, para que, sin perder rigor, den las claves para entender por dónde van los tiros. Analizó algunos, esta vez en vivo, en un encuentro con la comunidad de lectores celebrado el pasado miércoles en la Sala Mirador de El Convent, en el antiguo convento de Sant Agustín.

A Ubieto, que pertenece a la generación que ha vivido "tres crisis encadenadas" –2008, covid, guerra de Ucrania–, le toca analizar la actualidad en medio de una tolvanera de cambios provocados por la digitalización (un simple currículum, por ejemplo, ha pasado de presentarse en Word a ser escrutado por los algoritmos). "Se está transformando la manera en que las empresas buscan los perfiles del trabajador –explicó el periodista–. Llegará un momento en que se subcontratará a una inteligencia artificial para que se ponga en contacto con otra inteligencia artificial", señaló.

El nervio digital mueve otros músculos más. Los de las nuevas empresas, por ejemplo. Ubieto contó el caso del tipo que, hasta arriba de trabajo, pero con la voluntad de comer algo decente, en 2017 pensó en un servicio que le trajera una ensalada a la oficina. Así nació el 'delivery', que se replicaría exponencialmente. "Fue una buena idea que acabaría siendo un modelo de negocio estudiado". Pero al periodista, también, le interesa mostrar "la cara B" de los fenómenos, las repercusiones laborales de las "buenas ideas": la precariedad que generan –los 'riders' cobran 3 euros/h.–, el impacto en la salud mental y hasta "el sinsentido" de algunos apetitos del consumidor. "Al paso del DANA por Madrid, los repartidores se movieron sobre dos metros de agua", señaló.

Semana de 30 horas

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Otra de las carpetas que se están abriendo, señaló, es el tiempo en el trabajo. Los jóvenes quieren tener una vida –y una identidad– más allá del empleo (un patrón detectado en EEUU tras la pandemia, bautizado como 'la gran renuncia' y consistente en la dimisión masiva de los jóvenes), lo que podría falcar la semana de 32 horas. "En España el modelo no había cambiado desde 1919 –recordó periodista–. Veremos una nueva fase laboral que se moverá por coordenadas que no serán solo el salario". El cambio, ya planteado por el Ministerio de Industria, no solo podría mejorar la salud mental de las plantillas, sino beneficiar al empresariado. Y puso el ejemplo de la pyme de artes gráficas Publiservei, propiedad de Joan García. "Cuando se empiece a correr la voz que ofrecemos jornadas de 32 horas el problema espero tenerlo yo para gestionar tanto currículo", contó Ubieto que le dijo.

A preguntas de los lectores, Gabriel Ubieto esbozó otros temas que sobrevuelan (o lo harán pronto) la conversación: los riesgos de la visión empresarial por objetivos, el impacto del cambio climático sobre los empleados expuestos a estrés térmico, la centralidad de la prevención de riesgos laborales en el futuro, la 'paradoja sénior' (en una sociedad cada día más envejecida, las empresas no quieren contratar a mayores de 50), el atropellado derecho a la desconexión digital. Faltó tiempo. Casi como a él mismo en las Navidades de 2021, cuando a punto estuvo de no llegar a la cena familiar porque hasta horas antes no se cerraron las negociaciones de la reforma laboral que cubrió durante 10 agotadores meses.