Salud mental

La precariedad laboral y el paro generan 170.000 depresiones cada año

Un informe del Ministerio de Trabajo señala que casi la mitad de los ocupados en España sufren algún tipo de precariedad laboral

Depresión

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Gabriel Ubieto

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Unas 170.000 personas caen cada año en depresión por no tener trabajo. O por tener uno pero cobrar poco. O por tener un contrato temporal y no saber si mañana lo renovarán o no. O por no poder trabajar todas las horas que querría y quedarse a final de mes con un sueldo exiguo. En definitiva, por estar en una situación laboral precaria. Así lo determina el informe presentado este viernes por el Ministerio de Trabajo, el primero que encarga para analiza y evaluar los efectos de las condiciones laborales sobre la salud mental. 

"Es una situación alarmante", ha considerado el coordinador del estudio, el investigador de la UPF Joan Benach. Y es que desde la comisión de expertos creada por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, cuantifican que una de cada tres depresiones en España tiene su origen principal en la oficina, en el supermercado, en la fábrica o en los centros de trabajo. En este sentido, la novedad del trabajo de la comisión de expertos es el de cuantificar los efectos de la ya extensamente contrastada correlación entre precariedad y probabilidad de caer en depresión o desarrollar algún tipo de trastorno de salud mental.

Justo dos años después de que un diputado del PP le gritara "vete al médico" al líder de Más País, Íñigo Errejón, cuando hablaba de salud mental, el Ministerio de Trabajo presenta su diagnóstico. "No ha sido deliberado", ha afirmado Errejón durante la presentación. Según el documento, casi la mitad de los ocupados en España sufren algún tipo de precariedad laboral. O bien desempeñan tareas para las que están sobradamente cualificados, o bien tienen un empleo temporal o bien tienen un empleo a tiempo parcial y querrían tener uno a tiempo completo o bien trabajan 'en B'; entre otros.

Algo que atañe a 8,1 millones de ocupados en España, con mayor preponderancia de mujeres, jóvenes, identidades sexuales no normativas y personas con algún tipo de discapacidad. Si se suma a las personas en paro, esa cifra de precarios se eleva hasta los 11 millones.

"Necesitamos acometer una reforma empresarial, con una mirada radicalmente diferente", ha afirmado Díaz, en relación a reducir las jornadas máximas, las cargas de trabajo y redistribuir el tiempo de trabajo para paliar los excesos y déficits de jornada. "Es el reto de nuestra democracia en este momento", ha defendido Díaz, ya empujando dicho debate en la campaña electoral de este año.

España, 'campeón' en ansiolíticos

Un alto grado de precariedad que explica, entre otros, que España sea el país que más ansiolíticos e hipnóticos consume del mundo por habitante. Casi un 11% de adultos declara haber consumido tranquilizantes, relajantes o pastillas para dormir en las últimas dos semanas, según recoge el informe. "Hay que abrir el debate sobre nuevas formas de organización de las empresas y el trabajo", ha señalado Benach.

Entre las propuestas elaboradas por el grupo de expertos encargados del informe destacan la transición progresiva hacia una semanal laboral de entre 32 y 35 horas. En este sentido, actualmente el Ministerio de Industria ya ha publicado las bases del programa piloto para testear la semana laboral de cuatro días en unas 70 pymes del sector industrial. Ahora falta abrir las solicitudes, escoger a los candidatos y empezar a distribuir los fondos públicos.

Los expertos de Trabajo también abogan para acabar con la precariedad el seguir incrementando el salario mínimo interprofesional (SMI), hoy en 1.080 euros. Y, entre otros, un refuerzo generalizado de la sanidad pública y los sistemas de atención psicológica.