En comunidad

Roser Riera, tras recibir su título universitario: "Acabé con 86 años por culpa del covid"

Ni un ictus ni una pandemia han impedido a una lectora octogenaria sacarse un certificado académico para gente mayor

Roser Riera, con su certificado universitario.

Roser Riera, con su certificado universitario. / Laura Guerrero

3
Se lee en minutos
Luis Benavides
Luis Benavides

Periodista

ver +

Ella ya tuvo su momento de gloria en estas páginas hace unos años, pero una historia como la suya bien merecía una segunda parte. Recordemos. Roser Riera, de 86 años, apareció en una contraportada de EL PERIÓDICO en diciembre de 2018 por ser una de las lectoras que escriben con mayor regularidad a la sección ‘Entre todos’. Y nunca dejó de hacerlo, incluso cuando estaba más ocupada con sus estudios de Humanidades. Ahora vuelve a asomar por aquí con un certificado académico expedido por la Universitat Ramon Llull-Fundació Pere Tarrés.

Entretodos

Publica una carta del lector

Escribe un 'post' para publicar en la edición impresa y en la web

Esta apasionada de la lectura escribe sus cartas desde la Residència per a Gent Gran La Nativitat de Nostra Senyora, a la que empezó a entrar en 2010. El último de sus escritos recibidos en la redacción es precisamente el discurso que leyó durante la entrega de los títulos, unas palabras que pronunció en representación de todos los alumnos del Programa Universitari de Gent Gran de la URL-Fundació Pere Tarrés. “A pesar de todo lo que hemos pasado, habéis conseguido que lleguemos al final de esta etapa”, escribía Riera, como agradecimiento al profesorado y en una clara referencia a la pandemia. “Doy gracias por las llamadas y notas que, de vez en cuando, durante el covid-19, recibíamos. En mi caso particular, ha sido de mucha ayuda, ya que estuvimos durante meses sin ver a nadie por vivir en una residencia”, añade esta entrañable lectora, quien nunca olvidará ese apoyo a distancia.

“Doy gracias por las llamadas y notas que, de vez en cuando, durante el covid-19, recibíamos"

Riera, durante su discurso, el pasado 2 de junio.

/ URL-Fundació Pere Tarrés

Suena a tópico, pero esta octogenaria es realmente un ejemplo de esfuerzo, de superación, de perseverancia. “Comencé con 80 años y acabé con 86 por culpa del covid, pero mi nota más baja ha sido un 8 y están todos muy orgullosos de mi”, asegura Riera. Ese 'todos' es su familia, también el personal de la residencia y sus amistades. Todos saben por lo que ha pasado esta avezada estudiante: un ictus en 2018 y otro accidente cerebrovascular solo un año después. Por eso mismo, precisa, “han sido cuatro años buenos y dos de sufrimiento total”. A pesar de todo, sabía que acabaría cruzando la línea de meta. No concebía desaprovechar la “oportunidad de volver a estudiar” que le brindaba este programa universitario para mayores.

“Han sido cuatro años buenos y dos de sufrimiento total” 

Psicología, religión, teatro, antropología, música, arte… Estas asignaturas, por citar solo sus predilectas, “abrieron los ojos y la mente” de Riera, y sobre todo llenaron de “esperanza e ilusión” sus días de encierro. Del exterior solo llegaban noticias negativas y los estudios fueron su refugio. Se empleó a fondo y la nota promedio ha sido de 8,8 sobre 10, un muy meritorio notable que ella relativiza. “Hay otros alumnos que también tienen buenas notas”, dice esta alumna ejemplar para quien su edad es solo una anécdota con dos dígitos. Sin más. Lo verdaderamente excepcional en su caso, apunta Riera, son “las ganas de sacar buenas notas”.

Noticias relacionadas

El ordenador se ha convertido en los últimos años en su principal ventana al mundo, pero teclear es algo que la acompaña desde pequeñita. Su relación con la máquina de escribir fue bastante precoz –se podría decir que era su juguete favorito de niña- y acabó trabajando prácticamente toda su vida de administrativa, como explicaba al periodista Manuel Arenas en esa contraportada.

Desde que vive en una residencia de la tercera edad, bromea, no pierde el tiempo pensando en “qué haré hoy para comer” y pasar las horas pasando páginas de novelas históricas, viviendo otras vidas y reviviendo otros tiempos, es una de sus principales aficiones. Ahora, sin deberes de la universidad, tendrá más tiempo. Mucho más. Por eso Riera promete seguir escribiendo cartas a la sección Entre Todos, compartiendo recuerdos sobre su vida y reflexiones sobre la actualidad.