Maternidad y crianza: abracemos el caos

'Abraza el caos' es el título del último capítulo de 'Adiós expectativas, hola realidad' (editorial Zenith), el libro que toda embarazada debería leer. Su autora es Mónica de la Fuente, periodista, madre de una hija de 13 años y un hijo de 10, y responsable de la plataforma sobre crianza Madresfera. De la Fuente impregna de humor y certezas un ensayo en el que narra su maternidad, que es la de muchas mujeres. Derribando tópicos sobre el instinto maternal, el presunto flechazo de amor que sientes nada más parir y el misticismo del embarazo y la crianza, el libro es un baño de realidad, una manera de hacer tribu y hacernos sentir que no estamos solas.

Salud mental

De la Fuente pone encima de la mesa algo que sigue siendo tabú: la salud mental. “Si desde el embarazo no te encuentras bien, física o psicológicamente, lo más recomendable es acudir a un profesional y no solo leer libros. En muchas ocasiones, el embarazo no viene acompañado de un estado de felicidad sino que llega con estrés o tristeza”, explica la divulgadora que lleva once años capitaneando Madresfera, una plataforma que huye de paparruchas y pseudociencias para centrarse en la información rigurosa y científica. Estar embarazada -recuerda De la Fuente- puede ser un momento maravilloso. “O un susto. O una bomba. O un disgusto. Puede ser, y es, muchas cosas a la vez”. “Cuando me quedé embarazada no sabía ni qué era la salud mental perinatal. El embarazo se ve como sanador, místico y sagrado, pero también puede ser un horror”, continúa.

De la Fuente recomienda verlo todo (al menos, cuando se pueda) a través del filtro del humor. La periodista se ríe de todas las mamás 'instagramers' y reconoce que su armario está lleno de mallas y ropa funcional. “Tengo una guerra abierta con los titulares que nos recuerdan que fulana de tal se ha recuperado en tiempo récord tras el embarazo y luce un vientre plano. Menudo festival de estereotipos. ¿Nadie se da cuenta de que esas 'celebrities' tienen infinitos más recursos que tú? Todo eso puede contribuir a la sensación de culpa y frustración. Poco se habla de los trastornos alimentarios durante el embarazo”.

Leer y escuchar

En el mundo maternal, habitualmente excesivamente azucarado, uno de los estereotipos más cacareados es el del flechazo instantáneo con el recién nacido. Una cosa es que la oxitocina (la neurohormona que induce el parto y hace que las madres después de sufrir tanto no rechacen a sus hijos) haga su trabajo -que lo hace- y otra que te invada la felicidad y el amor en ese momento. Los tópicos -apunta De la Fuente- se combaten leyendo mucho y escuchando a otras madres. “Estamos machacadas por las expectativas, pero deberíamos admitir que el flechazo no sucede siempre. Te llega cuando te llega. Es importante recordar que no sentir flechazo no significa que no quieras a tu hijo”, concluye.

“Nadie puede explicarnos cómo conectar con la criatura. Nadie ni nada te prepara de verdad para la angustia, el desgarramiento, la sierra mecánica insertándote en tu cerebro que es ver llorar a tu bebé”, recuerda De la Fuente.

Las embarazadas deberían preparase mentalmente para saber lo mal que se pasa cuando tu bebé llora mucho más de lo que te han contado en muchos manuales de crianza. “No hay dios que arregle esto de llano”, se desespera De la Fuente, que admite que el colecho (dormir junto a tu bebé) no es para todo el mundo pero que a ella le salvó la vida. 

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Por más castillos en el aire que se monten las gestantes, la tozuda realidad demuestra que tener hijos es un antes y un después en la vida. “Hay quien, ingenuamente, cree de verdad que tras tener un bebé su vida va a seguir igual que antes”, subraya la divulgadora hablando del ocio y las amistades y, por supuesto, la vida laboral. Pensar que tu faceta de mujer trabajadora saldrá indemne tras el parto y la baja médica del parto es toda una ingenuidad. Bienvenidas a la no conciliación. “La conciliación es una palabra que ha entrado en nuestra vida, se habla mucho de ella, pero es un espejismo. Para empezar, seguimos con la misma e insuficiente baja maternal de 16 semanas más los días de lactancia. Y para terminar ¿cómo concilia, por ejemplo, una mujer sola madre de tres hijos y con un empleo precario?"

No juzgues nunca

Ante semejante tormenta perfecta, De la Fuente pide que no juzguemos a las otras madres sino que nos respetemos, la mayor lección que aprendido a los mandos de Madresfera.“No hay una sola manera de criar ni de ver la vida”, concluye tras recomendar a todas las madres que no den nada por sentado, que acepten sus errores, que traten a los niños y a las niñas como personas, que respeten su intimidad, que les pidan perdón y que, sobre todo, "que no se olviden de ellas mismas a pesar de la entrega”.