Entender + con la ciencia

¿Qué revelan cien estrellas sobre todo el universo?

Hay unas 9000 estrellas visibles a simple vista. Pero hay cientos de miles de millones, sólo en la Vía Láctea. El astrónomo Florien Freistetter se ha atrevido a seleccionar tan sólo 100 de ellas, para explicar la historia del universo en su último libro. Este acotado paseo por el cielo hace que el cosmos parezca menos abrumador

Las estrellas más frías no esconden vida en sus planetas

Las estrellas más frías no esconden vida en sus planetas

4
Se lee en minutos
Michele Catanzaro
Michele Catanzaro

Periodista

ver +

Para saber de jardinería no hay que conocer todas plantas existentes. Para hacerse una idea de una cultura antigua es suficiente con mirar unas decenas de objetos en un museo.

Lo mismo ocurre con el Universo. La cantidad de objetos celestes es aplastante. Pero si uno se fija en una muestra bien escogida, puede ponerse en situación sobre los rasgos generales de nuestra casa cósmica. 

Alrededor de Orion Source I hay nubes con sal, azúcar y alcohol.

Esa fue la intención de Florien Freistetter, astrónomo y divulgador austriaco, cuando se puso a escribir “Una historia del universo en 100 estrellas”, que acaba de salir traducido al español por Ariel. 

“El cielo puede resultar abrumador si no sabes nada sobre las estrellas. Su cantidad no está en la escala humana. Al contrario, 100 es un número que todo el mundo puede entender”, explica Freistetter, quien se inspiró en su podcast semanal, una referencia en la divulgación en alemán, que cuenta cada semana una corta historia relacionada con la astronomía.

Guías del universo

Hace un año, la editorial Lonely Planet sorprendió con la publicación de una guía turística del universo, que describía centenares de objetos celestes como si fueran destinos de visita. El libro de Freistetter es distinto a ese volumen lujosamente ilustrado. 

 HIP13044 es un testigo de cómo son las estrellas en otras galaxias.

“Quería contar unas historias para hacer pensar y para crear imágenes en la cabeza del lector, para que se haga una idea de la astronomía y de quienes la hacen”, explica. Los relatos del libro, en efecto, abarca desde la mitología hasta la historia de la ciencia. Su modelo son más bien “La historia del mundo en 100 objetos” de Neil McGregor o “La vuelta al mundo en 80 árboles”, de Johnatan Drory y Lucille Clerc. 

Imagen de un cielo nocturno con visibilidad extraordinaria.

/ El Periódico

Paseo por el cielo

Su paseo por el cielo se para en lugares como 2MASSJ18082002-5104378 B, una pequeña enana roja emplazada a tan sólo 2000 años luz de la Tierra. Esa estrella de nombre poco glamuroso es sin embargo una foto de los momentos sucesivos al Big Bang. Es de las más antiguas conocidas y su composición se acerca a la que del cosmos en sus primeros tiempos - aproximadamente, tres cuartos de hidrógeno y un cuarto de helio. 

El paseo sigue con astros como Orion Source I, en la constelación de Orión, alrededor del cual hay nubes ricas en sal – cloruro sódico, el mismo que se mete en las ensaladas. Los telescopios han detectado en ellas también azúcar, alcohol y otras moléculas. 

Esa joven estrella tiene a su alrededor un disco protoplanetario, en el cual se han ido formando moléculas complejas, que son las piezas básicas de la vida. “Si en el material que forma los planetas tienes moléculas complejas, eso puede implicar que sea más probable que se forme vida en los planetas que surjan [de ese disco]”, explica Freistetter.

En 1,3 millones de años Gliese 710 se hallará en la frontera del Sistema Solar.

Su vuelta al cielo pasa también por HIP13044, un testigo de cómo son las estrellas en otras galaxias. “Es muy difícil estudiar estrellas individuales de otras galaxias para ver en qué son distintas”, explica el divulgador. Sin embargo, las colisiones entre galaxias son habituales. Por ejemplo, la Vía Láctea colisionará con Andrómeda dentro de miles de millones de años y está en proceso de tragarse las pequeñas Nubes de Magallanes. 

Dentro de la Vía Láctea hay corrientes de estrellas que se mueven todas en la misma dirección: una señal cinética de que pertenecieron a otra galaxia que fue absorbida por la nuestra. HIP13044 es parte de una de esas corrientes.

Ver en el futuro

Las estrellas también permiten ver en el futuro. Actualmente, la estrella más cercana al sol es Proxima Centauri. Pero si adelantamos la película de unos 1,3 millones de años, la estrella Gliese 710 se hallará a tan sólo 0,2 años luz del Sol. O sea, justo en la frontera de nuestro sistema solar. 

“Es realmente extraordinario que dos estrellas se acerquen tanto”, comenta Freistetter. De hecho, se especula que el acercamiento de Gliese 710 podría resultar en una lluvia de objetos astronómicos sobre la Tierra. “Sin embargo, para aquel entonces el Sol se habrá vuelto tan caliente que no habrá vida humana para verlo”, explica el astrónomo.

Z Chamaeleontis, por su parte, da algunos indicios de cómo acabará el Universo en el largo plazo. “En el futuro lejano, las estrellas se enfriarán: será todo frío y oscuro”, explica Freistetter.  

En el futuro lejano, el Universo será frío y oscuro.

Durante un tiempo se especuló que Z Chamaeleontis podía ser un representante de este escenario: en términos técnicos, una enana negra. Luego se descubrió que se trata de un sistema de dos estrellas: una ha agotado su combustible, pero aún puede absorber gas de la otra y reanudar de tanto en tanto la fusión nuclear. Hoy se considera que el universo es demasiado joven para que una estrella haya alcanzado el estado de enana negra. 

Noticias relacionadas

Descubrir tantos detalles de objetos remotos parece ser asuntos de sabios. Pero Freistetter también desmiente esta percepción. Para ello, recurre a SN2008ha, una supernova que fue descubierta por una chica de 14 años

“La astronomía es una ciencia que puede hacer cualquiera. Hay mucha ciencia ciudadana, en la cual todo el mundo puede participar. Puedes ir en Internet y hacer investigación astronómica”, concluye.