Testimonio

El riesgo de las inversiones 'online': "Algunos intermediarios financieros engañan con buenas palabras"

Una lectora comparte en una carta enviada a la sección ENTRE TODOS su experiencia en una plataforma dedicada al 'trading'

Una mujer visita una plafatorma de ’trading online’

Una mujer visita una plafatorma de ’trading online’ / Maria D'Oultremont

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Luis Benavides
Luis Benavides

Periodista

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Ganar dinero con una inversión de 250 euros. Este es el gancho de una empresa online que asesora para invertir en bolsa. Gemma Morales, de 59 años, reconoce que picó el anzuelo y ahora se arrepiente. Lo explica en una carta enviada a la sección Entre Todos con el objetivo de prevenir a otras personas que, como ella, puedan estar buscando “dinero rápido”. Sabe que no es una estafa, subraya, pero sí se sintió “engañada con buenas palabras”.

Profesora de español y catalán, Morales buscaba un extra porque su sueldo no le permitía llegar a final de mes. “No recuerdo exactamente cómo, pero creo que esta empresa de asesores en bolsa se coló en mi móvil con un vídeo en Youtube. Aparecía un testimonio, un presunto profesor francés, explicando que había ganado mucho dinero gracias a esta empresa. Y llamé, para pedir información”, recuerda Morales.

La primera toma de contacto fue buena. Una persona, que se presentó como gerente de cuentas, le habló de las posibilidades de ganancias, de hasta un 40%, y de la posibilidad de limitar el riesgo de pérdidas con un elemento llamado ‘stop-loss’. “Todas sus explicaciones me parecieron muy interesantes y pedagógicas, pero no dejaban de ser generalistas, insuficientes para dar el importante paso de comenzar a operar en el complejo mundo de la bolsa”, admite Morales, que antes de comenzar a operar con ellos tuvo que responder a un cuestionario sobre conocimientos de bolsa. “Sabía que me metía en un terreno pantanoso y le expuse mis miedos y reticencias a mi asesor –continúa-, que me respondió que la idea era diversificar el capital y administrar el riesgo de pérdida”.

Los 250 euros se quedaron cortos. “Me dijo que si no invertía 5.000 euros, las posibilidades de obtener beneficios no serían tan factibles. Y me sugirió pedir dinero prestado a mi familia o amigos. Me sentí presionada y decidí finalmente invertir solo 1.000 euros, casi exclusivamente al azar, sin fundamentos de análisis de mercado ni estudios previos que exige cualquier operación bursátil”, cuenta Morales, con algunos conocimientos en bolsa. “Intuyen que necesitas dinero rápido y se aprovechan de esa vulnerabilidad”, añade.

Finalmente decidió cerrar sus inversiones y solicitar la devolución del dinero que no se había llegado a invertir. La compañía argumentó un sinfín de trabas burocráticas para devolverle el dinero no invertido pero en posesión de la compañía. Morales solo ha conseguido recuperar parte de lo que invirtió.

La letra pequeña

Las empresas dedicadas a la inversión financiera 'online' han proliferado en los últimos años y el caso de Morales es muy común, lamenta Elisabet Ruiz-Dotras, profesora del área de finanzas de la UOC e investigadora en capacitación financiera. “Estas compañías han visto en esta última crisis una oportunidad. Se aprovechan de la situación de crisis económica actual y suelen encontrar clientes en perfiles muy concretos, sobre todo personas de clase media con ahorros que quieren invertir en bolsa y jóvenes que viven en casa de sus padres con ahorros, pero también con gente con problemas económicos serios”, explica la economista.

Ruiz-Dotras alerta: “este tipo de compañías trabajan con productos de riesgo elevado”. En la letra pequeña de las webs de estas plataformas lo advierten con mensajes como “los CFD (contrato de diferencias, por sus siglas en inglés) son instrumentos complejos y conllevan un alto riesgo de perder dinero rápidamente al apalancamiento” y “el 89% de nuestras cuentas de inversores minoristas pierden dinero al negociar con CFD”. 

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El cuestionario al que sometieron a Morales era un requisito legal. “Desde el 2007 el MIFID, la directiva europea sobre los mercados de Instrumentos financieros, obliga a que la persona que opera con estos productos tenga ciertos conocimientos. Esta normativa fue diseñada para fomentar la transparencia y proteger al consumidor, entre otras cosas”, recuerda la profesora de la UOC, que recomienda ponerse en manos de auténticos asesores financieros en caso de tener ahorros y desear invertir. “Hay que saber distinguir aquellas plataformas con las que hablas con vendedores de productos que lo único que hacen es cobrar comisiones por el dinero que inviertes, les da igual si luego pierden dinero porque no es suyo. Y los 5.000 que le pedían a esta mujer deben tenerlo estudiado. Probablemente es el máximo que una persona de clase media está dispuesta a invertir en bolsa”, añade.

La experta en finanzas recomienda “invertir solamente el dinero que uno no va a necesitar” y marcarse objetivos. “Es importante tener claro cuando se tiene que salir, una especie de compromiso con uno mismo. Por ejemplo, invertir 1.000 y abandonar al conseguir 1.500 euros. Esto es no ser ambicioso. Huir de la euforia provocada por el dinero que llega fácilmente es ser listo financieramente”, apostilla esta profesora.

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