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Marta Llorens, Manuela Palomares y Alba Suñé: "A nuestro primer juicio real ya no vamos a llegar de cero"

Alumnas de la UAB, ganaron el primer Triangular de Simulación de Juicios organizado por el Colegio de la Abogacía de Barcelona

De izquierda a derecha, Marta Llorens, Manuela Palomares y Alba Suñé.

De izquierda a derecha, Marta Llorens, Manuela Palomares y Alba Suñé. / ELISENDA PONS

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Mauricio Bernal

Marta Llorens, Manuela Palomares y Alba Suñé estudiaron el caso, se pusieron en el papel, actuaron como si estuvieran –digamos– en una sala de la Ciutat de la Justícia, y al final de la jornada ganaron el Primer Triangular de Simulacros de Juicios organizado por el Colegio de la Abogacía de Barcelona. Graduadas en Derecho, alumnas del máster de Abogacía de la UAB, se midieron con equipos de la UPF y de la UB. Así se simula un juicio.

-Me gustaría saber cómo funciona el concurso, para empezar.

-Bueno, pues para empezar había un concurso de civil y uno de penal. Nosotras nos apuntamos a penal. Entonces te dan dos casos, dos casos verdaderos, ya resueltos, y teníamos que escoger.

-¿Qué escogieron?

-Un caso de abuso sexual. Tenía mucha chicha, y pensamos que nos podíamos lucir más.

-¿Qué caso?

-El de una chica sueca. Había venido a España por temas laborales. Tenía 20 años y había denunciado a un compañero de trabajo por abuso.

-¿Qué ocurrió?

-Ocurrió que un día salió a tomar algo con una amiga con la que compartía piso y se lo encontraron. Según él, ellas lo invitaron a tomar la última en su piso. Según ellas, él fue el que lo propuso.

-¿Y?

-Según él, ellas lo invitaron a quedarse. Según ellas, él insistió diciendo que era tarde y vivía lejos. El caso es que se pusieron a ver una película, los tres en un sofá cama. La chica dice que él se insinuó poniéndole una mano en la cintura, y que ella se la quitó. Luego las dos se quedaron dormidas, y cuando la chica se despertó, se encontró con que él la estaba penetrando y ya había eyaculado dentro.

-¿No se despertó antes?

-Es rarísimo, sí, pero así ocurrió. Está comprobado médicamente que puedes tener esa clase de sueño profundo y no enterarte. De hecho la amiga estaba al lado y tampoco se despertó.

-¿No era un caso de violación?

-No. Estaba planteado como un caso de abuso.

-De acuerdo. Tienen el caso. ¿Y entonces?

-Entonces éramos la acusación. Una de nosotras hacía de fiscal, otra de abogada y otra de víctima. La fiscal y la abogada preguntaban y la víctima respondía, hacía el papel de chica abusada.

-Y del otro lado estaba…

-Un equipo de la UB haciendo el papel de la defensa.

-Cuéntenme, ¿era la primera vez que hacían algo así?

-No exactamente. En clase se hacen ejercicios similares, pero no es lo mismo. Lo más interesante de esto es que era muy real. No sabías qué iba a alegar la parte contraria, teníamos que estar preparadas, conocer muy bien el caso.

-¿Ganar el concurso pasaba por ganar el caso?

-No. Se valoraba a los equipos según unos criterios: oralidad, conocimientos jurídicos, tecnicismos… Todo al margen de si ganabas el caso. En total hicimos tres simulacros de juicio, el primero como acusación, el segundo como defensa y en la ronda final otra vez haciendo de acusación.

-¿También prepararon la defensa?

-¡No! Tuvimos que improvisar. Todas cambiamos de papel. Y Alba, que había hecho de víctima, tuvo que hacer de supuesto abusador.

-Alba. Qué cambio de tercio.

-Me costó mucho cambiar el chip. El fiscal iba a por todas y yo tenía que defenderme. Dije que todo había sido consentido y que la razón por la que la chica me había denunciado era por haber eyaculado dentro sin su permiso.

-¿Por qué creen que ganaron?

-Nos fuimos creciendo. La última vez nos salió muy bien. Al principio íbamos muy nerviosas pero en la final ya habíamos perdido el miedo. Lo dimos todo, y con muchas ganas. A nuestro primer juicio real ya no vamos a llegar de cero.

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