El examen de los nervios

«Aquí no hay salidas. Me voy a Bristol"

Más de 30.300 estudiantes se enfrentan en Catalunya entre hoy y el jueves a las pruebas de acceso a la universidad, un examen que en el 2012 aprobaron el 95,2% de los aspirantes y que supone el 40% de la nota. Pese a las estadísticas, los bachilleres viven la selectividad con angustia y temor. A la presión de aprobar los exámenes se suma la incertidumbre de poder entrar o no en la carrera elegida, y las dudas ante una perspectiva de futuro profesional poco halagüeñas en plena crisis.

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«Aquí no hay salidas. Me voy a Bristol_MEDIA_1 / JULIO CARBÓ

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INMA SANTOS HERRERA

Pocos estudiantes habrá hoy en Catalunya más tranquilos que Jiaqi Cheng. Pocos, al menos, pueden decir como él que la selectividad sea una cuestión de«gusto personal» y un«trámite administrativo».En su caso, porque su futuro ya está decidido y no pasa por una universidad catalana, sino por la Universidad de Bristol en Inglaterra, donde el próximo año cursará primero de Bioquímica.«En España no hay mucha salida para esta carrera, así que es preferible irse fuera», explica este joven de 18 años, que estudia en el CEIP Sagrada Família de L'Hospitalet.

Es una decisión consensuada entre sus padres, de origen chino, y él.«Quería estudiar algo que me llenase y a la vez tuviera salida, y creo que he elegido bien», dice Jiaqi, un cerebro (ha acabado bachillerato científico con una media de 9,19) que se fuga antes incluso de entrar en el sistema educativo gracias al esfuerzo de sus padres. Dentro de unos años Jiaqi confía en estar trabajando en investigación, algo que no ve posible si se queda.«Soy consciente de que es una aventura, pero me gusta cambiar de ambiente. Mi intención es solicitar alguna beca y posiblemente cuando esté allí instalado buscaré un trabajo para contribuir a pagar los gastos»,detalla sus planes. ¿Y volver? ¿Se incluye volver en estos planes?«No lo descarto».

Y pese a que su camino ya está trazado y que, en puridad, no se juega nada en la selectividad, Jiaqi se examina esta semana y se lo toma muy en serio. Por autoexigencia y porque nunca se sabe. De hecho, lleva preparándose para la selectividad desde el inicio del curso.«Durante el año me he dedicado a organizar los apuntes de la manera ordenada y clara», explica. Las últimas dos semanas las ha dedicado a estudiar y repasar. Horas y horas de estudio, de asistir a clases de preparación voluntarias, de hacer exámenes de otros cursos... Un tiempo que, sin embargo, Jiaqi no cree que haya sido suficiente.«Siempre te puedes esforzar más»,apunta este joven, que prefiere estudiar en casa a la biblioteca, y mejor acompañado que solo.

Cara al maratón de exámenes que hoy empieza, su mayor preocupación es Física --«he visto exámenes de otros años y me parece difícil»--, y su mejor baza, Biología.

Hoy se enfrenta a las dos lenguas, catalán y castellano. Dos de las asignaturas en las que acostumbra a sacar buenas notas, pero que le invitan a lanzar al aire una duda habitual entre los bachilleres: «¿Qué relación tienen la Lengua y la Filosofía con la Bioquímica?»

Especialización

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Jiaqui cree que el bachillerato debería estar más orientado a preparar al alumno para aquello que quiere hacer en el futuro. Y considera que las materias que se imparten están desorganizadas.«Muchos profesores se quejan de que van mal de tiempo para acabar el temario. ¿Por qué no lo reducen o lo reestructuran?, propone.

Pero a él le queda poco para dejar atrás el bachillerato. Ahora, su preocupación más inmediata es la selectividad. Tras ella, está el camino hacia su sueño: ser investigador .