Elecciones en Catalunya

Sánchez clama por una victoria "amplia" del PSC para garantizar la "estabilidad" en Catalunya

Illa se arropa en los sindicatos y aleja ahora el pacto con Puigdemont

Sánchez pide el voto a Illa para ganar a la "máquina del fango" de PP y Vox

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Así están las encuestas de las elecciones en Catalunya 2024

Pedro Sánchez con Salvador Illa, este sábado en Montmeló

Pedro Sánchez con Salvador Illa, este sábado en Montmeló / JORDI COTRINA

Sara González

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No basta con ganar en Catalunya. No le basta ni a Salvador Illa ni a Pedro Sánchez, cuyos destinos están en estos momentos estrechamente vinculados. Ambos necesitan que el uno y el otro sean presidentes, así que hay que ganar y hacerlo, además, de forma "amplia" para cortocircuitar que los independentistas vuelvan a llevar la batuta tanto de la legislatura catalana como la española. Este es el mensaje con el que el presidente del Gobierno ha arengado a la militancia, esta vez desde Montmeló, para lograr hacer realidad el tándem socialista en la Generalitat y en la Moncloa.

"Fueron dos presidentes de derechas, en Moncloa y en Palau, los que llevaron a la quiebra Catalunya; y seremos dos presidentes socialistas los que haremos que Catalunya avance en derechos, oportunidades y convivencia", ha exclamado Sánchez ante las 2.000 personas que, según la organización, han acudido al acto bajo un sol de justicia. Se refería, aunque sin mencionarlos, al expresidente Mariano Rajoy y al expresident y candidato de Junts, Carles Puigdemont, cuyos gobiernos han marcado una década del 'procés' que ha tachado de "perdida" en términos de cohesión social. Ahora, la dupla Sánchez-Illa pide paso.

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Europa Press

El temor a ganar pero no gobernar

"Cuanto más amplia sea la victoria de Illa, más estabilidad y mayor fuerza tendrá para avanzar. Hay que ganar ampliamente, mucho más que en las últimas elecciones", ha advertido el también líder del PSOE. Y es que si una cosa temen los socialistas es que, como en 2021, el PSC gane, pero se quede sin la presidencia de la Generalitat. La estrategia de la campaña está centrada, precisamente, en que eso no ocurra, y para ello lo que buscan Sánchez e Illa es que se levante de nuevo todo el apoyo que lograron en las pasadas generales.

"Os pido que hagáis el 12 de mayo lo mismo que hicisteis el 23-J", ha asegurado Sánchez. Entonces lograron 1,2 millones de apoyos, cifra que en unas catalanas solo logró Pasqual Maragall y que en la calle Pallars tienen señalada en rojo con el área metropolitana como caladero imprescindible. Eso explica por qué al PSC le interesa combinar el discurso de gestión que abandera Illa con el combate contra la "máquina del fango" que enarbola Sánchez desde el receso en el que decidió que continuaría siendo presidente.

El grito de respuesta a Aznar

El mitin de hoy aún se ha celebrado al galope de la ola emocional inyectado por el amago de dimisión del presidente del Gobierno, ahora convertido en palanca electoral con su llamamiento a vencer a los "bulos de los pseudomedios" que agita una derecha dispuesta a convertir la democracia "en territorio exclusivo de los poderosos". No hay mayor revulsivo para el voto socialista que el de mencionar el nombre de José María Aznar, que Sánchez insiste en que es el "ideólogo de cabecera" tanto del PP como de Vox. "Él llamó a intensificar el hostigamiento al Gobierno de coalición progresista diciendo aquello de 'quien pueda hacer, que haga'. Yo os digo que respondáis al grito con un 'quien pueda votar, que vote', que vote a Salvador Illa", ha reclamado. Nada ha dicho sobre Milei tras la carta en la que el presidente argentino lo ha acusado de "poner en peligro la unidad" de España.

En sintonía con el hilo de Sánchez, el candidato del PSC ha proyectado la apertura de una "nueva etapa de la mano" del Gobierno socialista, pero ha advertido de que, por más que las encuestas auguren su victoria, "nada está hecho". Las sensaciones, asegura, pueden ser "buenas", pero el 12 de mayo no solo va de sensaciones, sino de votos. "La confianza es el peor adversario que podamos tener. Hay que ir voto a voto, puerta a puerta, y sin caer en provocaciones", ha sentenciado.

800 millones de inversión en barrios

El candidato ha hecho gala de estar "en medio" del fuego cruzado del resto de contrincantes, de ser acusado de independentista por unos y de españolista por otros. "Yo estoy en las soluciones", ha defendido. Y para hacer honor a esa reivindicación no se ha ido sin lanzar una propuesta: la de impulsar desde la Generalitat una nueva ley de barrios con una inversión de 800 millones de euros en cuatro años, además de 300 millones más para actualizar urbanizaciones. Se beneficiarían de ello 100 barrios en toda la legislatura, 25 cada año. Una promesa que pretende enlazar con el legado de los 'tripartits' de Maragall y José Montilla, además de con los votos con los que lograron ser presidentes. Eso sí, de la mano entonces de ERC y de ICV.