Aragonès defiende los trámites del Govern con el Hard Rock y acusa de "partidismo" a Comuns y CUP

Las discrepancias entre los partidos catalanes con el Hard Rock se llevaron por delante los presupuestos de la Generalitat y la legislatura entera y ahora amenazan con impactar en la campaña de las elecciones catalanas. Los Comuns y la CUP han pedido este miércoles explicaciones al Govern después de que el semanario 'La Directa' haya publicado que la Generalitat renovó el pasado 27 de febrero su compromiso con la compraventa de los terrenos donde tiene que ubicarse el complejo de ocio. Desde Belfast, donde se encuentra de viaje institucional, el president Pere Aragonès ha tratado de relativizar esta decisión del Govern asegurando que es una cuestión "técnica" sin la trascendencia que se le quiere dar ahora. "Este documento no cambia nada", ha defendido ante los medios de comunicación.

El acuerdo que alcanzó el Govern ese 27 de febrero, del que no se dio publicidad en su momento, mantiene el encargo al Incasòl -organismo de la Generalitat- para ejercer el papel de intermediario de la compraventa entre La Caixa, la propietaria de los terrenos donde tiene que ubicarse el complejo, y los inversores del Hard Rock. Lo que permite el documento es subir el precio de la operación de compraventa -debido a la inflación-, que en su día se acordó en 120 millones de euros.

Aragonès ha mantenido la misma línea de defensa de siempre respecto a este proyecto: que no es de su agrado -"no es mi prioridad", ha insistido-, pero ha añadido que tiene unas "herramientas limitadas" para hacerle frente. Así, su posición es que la decisión adoptada por el Govern el 27 de febrero era un mero paso natural para "actualizar las cuestiones técnicas" de todo el proceso administrativo.

El problema para el president es que no se dio publicidad a aquel acuerdo de Govern y que se cerró de forma simultánea al pacto de los presupuestos con el PSC, el gran defensor del proyecto. Aragonès ha negado desde Belfast que hubiera ninguna intención de esconder nada. Su explicación es que el acuerdo del día 27 de febrero se "publicó en el portal de transparencia" de la Generalitat. "Es un acuerdo que no cambia el rumbo ni la naturaleza del proyecto", ha concluido.

El Govern asume el Hard Rock por temor a una reclamación millonaria

El president también ha cargado contra los Comuns y la CUP por querer hacer "partidismo" con el tema. Su lamento es que estos dos partidos buscan desgastarle con unos argumentos que, a su parecer, no se sostienen. El problema que tiene Aragonès y ERC con este asunto es, pese a que tradicionalmente han sido contrarios al Hard Rock, desde el Govern no le ha puesto fin. El Govern siempre ha argumentado principalmente que no podía darle carpetazo sin enfrentarse a una indemnización millonaria.

La portavoz del Govern, Patrícia Plaja, ha sostenido tras la reunión semanal del Executiu que se compartió con el PSC y los Comuns el acuerdo, por lo que se ha quejado del uso de los Comuns de la información y ha avisado que la relación ha quedado "muy deteriorada".

La consellera de Territorio, Ester Capella, ha remarcado en la misma rueda de prensa que el acuerdo de Govern del pasado febrero "no cambia nada con relación al proyecto", sino que se trata de "una simple actualización de términos técnicos que habían quedado obsoletos". Y, sobre por qué el Govern adoptó ese acuerdo precisamente ese día, ha dicho que fue entonces cuando "todos los elementos estuvieron sobre la mesa", si bien ha admitido que "a nadie se le escapa" que este era un tema clave para la negociación presupuestaria. En esta dirección ha dicho que no tiene ningún problema en comparecer ante el Parlament.