Las obras del nuevo centro de servicios sociales de la Myrurgia comenzarán el 11 de enero

Obras, obras, obras… Anunció el lunes Jordi Valls, concejal del distrito del Eixample, que el 8 de enero comenzarán las obras de instalación de cuatro nuevos ascensores en las tres estaciones de metro de Barcelona que llevan el nombre de paseo de Gràcia. Tres días después, 11 de enero, acaba de concretar ahora Valls, empezarán las obras de construcción de un nuevo centro de servicios sociales en el interior de manzana de la antigua fábrica Myrurgia. Y más obras aún: también el 8 de enero, pero en este caso en la otra punta del Eixample, comenzarán los trabajos de conexión de las dos redes de los Ferrocarrils de la Generalitat, una empresa mayúscula por el túnel que se perforará bajo el subsuelo de la ciudad y, sobre todo, por la afectación que tendrá en la superficie sobre la vida vecinal.

Será 2024 un año de piquetas, camiones y mucho mortero en la Barcelona de Cerdà, pero también, y eso es un consuelo, de final de otras obras, como las que están sirviendo para prolongar la red del tranvía para que sus raíles lleguen hasta los pies del monumento a JacintVerdaguer, en la intersección de la Diagonal con el paseo de San Joan. Durante el primer trimestre de 2024 ya no habrá vallas. La zona estará urbanizada. Todo habrá vuelto a la normalidad, salvo por un detalle: durante casi medio año, los tranvías circularán vacíos, fantasmalmente vacíos, como salidos de una película de Studio Ghibli. Es el tiempo que necesitan los técnicos para certificar que su seguridad es perfecta y que pueden entrar ya en servicio.

Valls ha realizado un sucinto resumen de lo que se avecina nada más llegar enero ante el público asistente al consejo de barrio del barrio de la Sagrada Família, una periódica cita con el vecindario que enfrente a los concejales del equipo de gobierno cara a cara con sus administrados.

En esta reunión, el principal interés, por parte de Valls y su equipo, era dar conocer cómo será el interior de manzana de Myrurgia dentro de 16 meses, periodo previsto para terminar las obras y que cuentan con un presupuesto de salida de 4,5 millones de euros. Será el nuevo hogar del centro de servicios sociales de la Sagrada Família, que actualmente ocupa unas incómodas oficinas al otro lado de la calzada, en la misma calle de Nàpols. La mejora es (eso dicen las cifras) unan imperiosa necesidad. En ese centro se atienden las necesidades de unos 6.000 vecinos del barrio cada año.

A principios de 2025, por lo tanto, terminará el largo proceso de recuperación para uso ciudadano de lo que durante décadas fue una fábrica de perfumes icónica en el barrio, sobre todo, podría decirse, en 1964, cuando un incendio aromatizó esa esquina del Eixample.