Vecinos y ayuntamiento acercan posiciones sobre el futuro del Taller Masriera

La plataforma que defiende la resurrección del Taller Masriera de la calle de Bailèn como espacio dedicado a las artes escénicas, uso que ya tuvo durante una parte de su historia, celebra, a través de un comunicado, que el concejal del distrito, Jordi Valls, se ha mostrado abierto a evaluar de nuevo si esa solución es compatible con el destino que el ayuntamiento preferiría dar a ese edificio de propiedad pública. Los últimos planes municipales conocidos para esa finca de la Dreta del Eixample pasaban por trasladar allí la Biblioteca Sofia Barat, situada en un interior de manzana de la calle de Girona, incluso con la pretensión de que lo fuera con un carácter singular, algo que ya proporciona la arquitectura del edificio, que simula ser una suerte de templo de Augusto romano.

"El concejal se ha comprometido a estudiar con más profundidad las posibilidades de hacer compatible la preservación del Teatro Studium (ese era su nombre cuando allí se programaban obras sobre el escenario) con el posible emplazamiento de la Biblioteca Sofia Barat", explican los miembros de la plataforma. Defienden que con el esfuerzo que hizo la ciudad para adquirir la finca, por 7,5 millones de euros, sería aconsejable aprovechar al máximo la edificabilidad disponible. Esa medida tal vez permitiría encajar los dos usos deseados y, además, invitaría a especializar la biblioteca en temáticas teatrales.

Lo principal, sin embargo, debería ser lo otro, según la plataforma. "Proponemos un ateneo, casal de barrio o como se le quiera llamar, un espacio abierto todo el día y todos los días de la semana, un café con tertulias y actividades impulsadas por los múltiples agentes del barrio y de la ciudad". La prioridad, dicen, deberían ser las artes escénicas, y en esa meta podrían tener un papel importante también las escuelas del barrio.

El distrito da por bueno el balance que de la reunión ha hecho la plataforma del Taller Masriera. A través de un portavoz, Valls ha reconocido que puede estudiarse la posibilidad de que en ese edificio se cree "un nuevo modelo de equipamiento con espacios para la ciudadanía, cogestionado por el tejido asociativo del barrio", pero subraya que no se puede desdeñar de ningún modo que la Sofia Barat no cumple con los estándares exigibles a una biblioteca de la red pública de Barcelona y que eso requiere también solución.