MAPA de la gran fiesta de la arquitectura

La falsa sobriedad del Conservatori y otras 50 novedades del Open House Barcelona 2023

Guía del Open House Barcelona 2023: fechas, horarios, edificios e inscripciones

La 'pecera', uno de los espacios más desconocidos del Conservatori de Música

La 'pecera', uno de los espacios más desconocidos del Conservatori de Música / RICARD CUGAT

Carles Cols

Carles Cols

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Regresa un año más festival de arquitectura 48H Open House Barcelona y de él nunca puede decirse que sea con más de lo mismo. Siempre puede apetecer revisitar espacios, cierto, pero también siempre es posible cruzar el umbral de algunos inéditos, una cincuentena este año, incluso algunos en el Eixample, ese distrito que de tan ordenado puede parecer que nada queda por explorar.

En el siguiente mapa pueden consultarse las 51 visitas que estrena la programación 2023. Entre ellos, el Conservatori de Música de Barcelona, que abrirá sus puertas siete horas este sábado.

El Conservatori es una esquina inevitablemente reconocible de la Dreta de l’Eixample, que de tan habitual que es verla de frente (sobre todo desde que la circulación de los vehículos va de Llobregat a Besòs) no se repara en lo poco que se sabe de su interior y, sobre todo, de su autor, Antoni de Falguera. Un arquitecto profundamente influido por Antoni Gaudí, Josep Puig i Cadafalch y Lluís Domènech i Montaner, con la gran pena de que, a diferencia de ellos, ningún mecenas o ningún indiano le encargó grandes proyectos.

Falguera forma parte, aunque poco se habla de él, del paisaje cotidiano de Barcelona. Suyas son las vidrieras del acceso principal a la Boqueria. También lleva su firma lo que queda de la Casa de la Maternitat de la Gran Via tras su reconversión en residencia geriátrica, que edificó en parte con los restos de una finca demolida en la plaza de Catalunya. En la zona alta de la ciudad sigue en pie la Casa Ravella, en la que sus estudiosos intuyen un homenaje a la gaudiniana Casa Calvet de la calle de Casp. La preciosa Farmàcia Bolós del 77 de la Rambla de Catalunya es otro de sus trabajos.

De escuela para sordomudos a melómanos

Pero, sin duda, su obra más representativa es el Conservatori de Música, interesante porque, cuando aceptó el encargo, Falguera estaba dejando atrás el modernismo y exploraba el ‘noucentisme’, así que está a caballo de ambos estilos. Y además es una obra curiosa porque la primera opción para esta finca consagrada a los discípulos de la musa Euterpe (clarinetistas, pianistas, saxiofonistas y un largo etcétera) era que fuera todo lo contrario, una escuela para sordomudos.

Una de las torres en punta, claramente inspiradas en las obras de Puig i Cadafalch.

Una de las torres en punta, claramente inspiradas en las obras de Puig i Cadafalch. / RICARD CUGAT

El edificio forma parte de esa constelación de obras centenarias coronadas con torres terminadas en punta, un catálogo que por supuesto encabeza la Casa de les Punxes, de Puig i Cadafalch, y que incluye también, por ejemplo, la Casa Pascual i Pons, de los números 2 y 4 del paseo de Gràcia. En el caso del Conservatori, lo mínimo que se puede subrayar de De Falguera es que no buscó inspiración solo en sus contemporáneos (el propio Domènech i Montaner fue uno de sus profesores de arquitectura) sino que recorrió el Pirineo para que las formas del románico fueran una suerte de kilómetro cero desde el que comenzar a trabajar.

La buhardilla, en primavera

La cuestión es que en esta decimotercera edición del 48H Open House se incorpora a esta fiesta de la cultura una obra con no pocos espacios que mostrar, aunque el más recóndito de ellos, todo hay que decirlo, quedará fuera de la visita. Es la buhardilla, que la organización trabaja para que sea visitable en la edición especial de Espais Ocults que monta en primavera.

Es una pena que quede fuera del programa, ni que sea para contar una vieja anécdota, puede que inventada, sobre los años en los que el rey emérito fue obsequiado con una casa en la Vall d’Aran vista su afición al esquí. Preguntó a dónde llevaba la última escalera. “A las ‘golfes’”, le respondieron, porque allí nadie llama a ese espacio buhardilla. Hubo que aclarar a la carrera el posible malentendido.

El Conservatori Municipal de Música, en una imagen de archivo.

El Conservatori Municipal de Música, en una imagen de archivo. / RICARD CUGAT

Aún sin acceso a las ‘golfes’, el Conservatori de Música es una visita muy recomendable, a la par que representativa de lo que es el 48H Open House. Lo común, y lo saben bien los vecinos, es que al pasar junto el edificio, camino del Mercat de la Concepció o a donde sea, se escuchen los ensayos, el afinado de los instrumentos o la práctica de escalas al piano. Desde la calle, el interior apenas es visible, solo audible.

La "sala roja" y la "pecera"

Lo que será posible el sábado es subir por la escalinata principal. Hacia abajo da acceso a un remozado auditorio, pero lo más interesante es que hacia arriba lleva directamente a la llamada "sala roja", bautizada así por el color de sus paredes. Pero más llamativo, por el contraste en comparación con la sobriedad de los muros exteriores, es el patio principal, al que los músicos llaman cariñosamente “la pecera”, un espacio muy luminoso gracias a la claraboya polícroma que hace de techo y en el que destacan en las paredes los homenajes a los grandes compositores de la historia.

Antaño fue mejor. El pavimento era originalmente un mosaico de teselas translúcidas que iluminada de forma natural el sótano. Ese golpe de ingenio de Falgueras se fue al traste en unas obras de mantenimiento del edificio. Es una lástima, pero también eso, las penas, forma parte del encanto del 48H Open House.