Mar Camacho: "Hemos de pasar de nativos digitales a niños digitales"

Mar Camacho es la encargada de que el móvil entre en las aulas catalanas por la puerta delantera, sin traumas pero sin pausa. 

- ¿Cómo se explica que el 86% de la población no quiera móviles en las aulas?

- Es una actitud de rechazo que tiene que ver con la falta de información ante lo que se está planteando, que en el caso de Catalunya es el programa mòbils.edu, que potencia el uso educativo de los teléfonos. Esto no implica una presencia descontrolada de los móviles en las aulas, y aunque en algunos contextos puede resultar disruptivo, nuestra apuesta pasa por la defensa de su enorme potencial educativo, tal y como también defienden la UNESCO y la Unión Europea. Creo que la pregunta, planteada de otra manera, habría tenido un resultado muy distinto.

- ¿No habría que plantear prohibirlo ni que sea solo en las horas de patio?

- Cada centro es libre de decidir la regulación de sus espacios. Nosotros no nos metemos en los patios. Lo que sí tenemos claro es que queremos capacitar digitalmente a nuestros alumnos, que usen el móvil para aprender, que trabajen con la tecnología de manera sana. Nuestro objetivo es educar en el marco de la competencia digital.

- ¿Pero no es un poco raro que algunos centros lo potencien y otros lo tengan prohibido?

- El decreto del 2009 de autonomía de los centros les otorga ese poder de decisión. Unos lo integran, otros lo tienen vetado y algunos han creado un mapa de uso del móvil, con zonas permitidas y zonas restringidas. Esperamos que con el programa mòbils.edu, que se pone en marcha este curso, sean muchas más las escuelas que se den cuenta de que, por mucho que se prohíba, no dejarán de usarlo. Es un plan pionero en España y lleva adherida una dimensión inclusiva de la tecnología, que debe estar al servicio del éxito educativo de todos los niños de Catalunya.

- Quizás el problema es que los padres trasladan a la escuela sus propios errores con el uso del móvil por parte de sus hijos.

- Es habitual que en los restaurantes los padres dejen el teléfono a sus hijos pequeños para que se porten bien. Pero luego nos llevamos las manos a la cabeza porque una escuela elige el móvil para realizar una actividad. Es normal que la ética digital preocupe a las familias, pero hace falta un poco de sentido común. Lo único que reivindicamos es el uso educativo de los dispositivos. El Govern ha sido valiente impulsando este programa, y si no sale bien, lo contaremos igualmente.

- ¿Las escuelas que ya lo han incorporado han mejorado el rendimiento?

- No tenemos todavía información sobre el impacto de usar móviles en las aulas. Queremos tener más conocimiento sobre el uso de la tecnología, por eso impulsamos el móbil.edu, que en tres años nos proporcionará información muy interesante. Y sobre los estudios que advierten sobre los efectos negativos del teléfono en los colegios, hay que fijarse bien en el espectro de la muestra. Llevo muchos años trabajando en esto, y hay que ser cauto y preciso con los datos. La idea es pasar de nativos digitales a niños digitales que sepan hacer un buen uso a base de personalizar el aprendizaje en función de sus necesidades.

- El Gobierno flirteó el año pasado con la idea de imitar a Francia y sacar el móvil de las escuelas.

- Tenemos las competencias traspasadas, así que no dependemos de Madrid en este sentido. En cualquier caso, el propio Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado (INTEF), dependiente del Gobierno, tiene muchos proyectos vinculados con el uso educativo de los móviles. Teniendo en cuenta eso, la posible prohibición chirriaba un poco.

- Ciutadans llevaba en su programa electoral la prohibición en horas lectivas…

- Como persona que lleva toda la vida trabajando en el ámbito de la tecnología, lo veo con gran preocupación porque hablamos del móvil en el ámbito estrictamente educativo. Esa es la apuesta del ‘departament’ y estamos convencidos.