Informe del Banco de España

La mitad de los nuevos trabajadores indefinidos o son despedidos o renuncian al cabo de un año pese a la reforma laboral

Un informe del Banco de España constata que una persona contratada hoy tiene 1,5 más posibilidades de conservar su empleo al cabo de un año

La brecha salarial con la UE se dobla desde la crisis de 2008 y un español cobra hoy un 24% menos que un europeo

Trabajadores en oficinas

Trabajadores en oficinas

Gabriel Ubieto

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La mitad de las personas que firmen hoy un contrato indefinido o bien serán despedidas o bien renunciarán antes de que acabe un año. Pese a las mejoras en la estabilidad en el empleo que ha introducido la última reforma laboral, España tiene un largo camino todavía por recorrer en cuanto a la continuidad de los trabajadores en un puesto de trabajo, tal como constata un informe publicado este martes por el Banco de España.

Los datos del supervisor bancario constatan que un contrato indefinido no es, en muchos casos, un contrato para toda la vida. No lo era antes de la reforma y tampoco lo sigue siendo después de la misma. "El 48% de las relaciones laborales iniciadas en marzo de 2022 con un contrato indefinido permanecían vivas un año después", apuntan el Banco de España en su informe. 

Donde ha incidido especialmente la reforma laboral impulsada por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y los agentes sociales ha sido en la estabilidad de aquellas personas con un contrato eventual. Los datos publicados este martes por el supervisor bancario señalan que la mejoría de sus condiciones es real y va más allá de un cambio cosmético en las estadísticas.  

Si una persona firma hoy un nuevo contrato de trabajo tiene 1,5 más posibilidades de conservar dicho empleo al cabo de un año de las que tenía antes de la entrada en vigor de la última reforma laboral. No obstante, esa mayor estabilidad en términos absolutos se ha logrado a costa de un ligero deteriorio y una mayor rotación entre el personal con un contrato indefinido. Esta última se ha duplicado en comparación al lustro anterior. Y es que parte de las empresas siguen finiquitando a sus empleados al cabo de un tiempo por mucho que les firmen un contrato fijo.

La reforma laboral pactada entre el Gobierno, patronal y sindicatos cumple este abril dos años y cuatro meses desde su aprobación, si bien dado el periodo de gracia habilitado para que las empresas se adaptaran a las nuevas normas, de facto, lleva justo dos años en vigor. Durante este tiempo las estadísticas recopiladas periódicamente por el INE han ido reflejando una reducción drástica de la temporalidad, principal objetivo de la norma diseñada por Yolanda Díaz y su Ministerio.

Según el INE, la eventualidad en el sector privado ha pasado de máximos europeos a niveles alrededor de la media en apenas dos ejercicios. Si en 2019 el 26% de los asalariados españoles del sector privado eran temporales, a cierre del 2023 dicho porcentaje había disminuido por debajo del 14%

Mayor estabilidad, menor rotación

No obstante, parte de las críticas vertidas contra la reforma laboral es que era meramente cosméticos y que los cambios que introducía tenían un efecto sobre la estadística, pero no sobre la estabilidad real de miles de trabajadores. Los datos publicados este martes por el Banco de España desmienten dicha tesis. En términos generales, la tasa de supervivencia de los contratos firmados es mayor hoy que antes de la reforma y la tasa de rotación, es decir, la proporción de empleados que entran y salen de una empresa al cabo del año, es menor.

El efecto más notable está en mayor longevidad de los contratos, si bien los datos del Banco de España siguen constatando una mortalidad muy elevada. Un contrato firmado en 2022, computando en el mismo saco temporales e indefinidos, tenía el 16% de posibilidades de seguir en pie un año después; cinco puntos por encima del periodo previo a la reforma laboral (y previo también a la pandemia, para evitar sesgos). 

Si solo se mira la tasa de supervivencia de los contratos indefinidos (excluyendo a los fijos discontinuos) únicamente la mitad pasan del año. Es decir, la mitad del personal fijo o bien es despedido o bien renuncia antes de los 12 meses. Dicha proporción apenas ha variado desde la entrada en vigor de la reforma laboral, repuntando ligeramente desde el 48% al 52% actual. 

Otro dato pone encima de la mesa el Banco de España en su informe y que avala la mayor estabilidad introducida por la reforma es el descenso de la rotación en términos absolutos. Esta pasa del 1,33% de promedio en el período 2015-2019 hasta el 1,12% en el promedio de 2022-2023. No obstante, la reducción de la rotación entre temporales que salían de la empresa porque se les acababa el contrato se ha visto compensada, parcialmente, por un aumento de la rotación entre el personal fijo. 

Si bien las ratios de entradas y salidas entre este colectivo siguen siendo residuales. Siguiendo con los datos del Banco de España, la rotación entre los indefinidos antes de la reforma era del 0,25% y ahora ha aumentado hasta el 0,61%. Los investigadores explican ese efecto por el mayor peso de los fijos discontinuos. Un aumento mayor que el descenso registrado entre los eventuales, que pasan a una tasa de entrada y salida del 3,4 al 3,19%.

"En cualquier caso, pese a este aumento de las tasas de salida de los indefinidos, la mayor estabilidad laboral de este colectivo, en comparación con la de los temporales, ha llevado a una reducción de la tasa de salida agregada", concluye el organismo público.