Competencia

Bruselas investiga a fabricantes chinos de turbinas eólicas que operan en España

"Estamos investigando las condiciones para el desarrollo de parques eólicos en España, Grecia, Francia, Rumanía y Bulgaria”, anuncia la comisaria Vestager

La dependencia de China inquieta cada vez más en Bruselas: ¿desacoplarse o reducir riesgos?

La Unión Europea se lanza a recalibrar su relación con China

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BELGIUM-EU-US-POLITICS-ECONOMY / Johanna Geron / POOL / AFP

Silvia Martinez

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La Comisión Europea refuerza la vigilancia sobre las empresas de terceros países que acuden dopadas de subsidios públicos a licitaciones en los Estados miembros. Una semana después de abrir investigación a dos empresas chinas de paneles solares, Bruselas mueve ficha contra fabricantes del sector de las turbinas eólicas por participar en el desarrollo de parques eólicos en España, Grecia, Francia, Rumanía y Bulgaria, según ha confirmado la vicepresidenta de la Comisión y responsable de Competencia, Margrethe Vestager.

“Cada vez que sospechamos que alguna empresa extranjera ha recibido una ventaja indebida en una licitación pública, investigamos más. Hemos investigado ofertas sospechosas en una licitación pública de trenes en Bulgaria, lo que provocó que una empresa estatal china retirara su oferta. La semana pasada abrimos investigaciones sobre ofertas de empresas chinas que podrían haber recibido ventajas indebidas en una licitación pública de paneles solares en Rumania” y “hoy lanzamos una nueva investigación sobre los proveedores chinos de turbinas eólicas. Estamos investigando las condiciones para el desarrollo de parques eólicos en España, Grecia, Francia, Rumanía y Bulgaria”, ha confirmado durante un discurso sobre tecnología y política pronunciado en la universidad estadounidense de Princeton en la que también ha hablado de inteligencia artificial y de regulación de las plataformas digitales.

La danesa ha dejado claro que el movimiento realizado por los servicios de la competencia comunitarios no busca limitar el “éxito” de Pekin en este sector de los aerogeneradores sino restaurar la justicia en las relaciones económicas. “Todos son bienvenidos a tener éxito. Todo el mundo es bienvenido a comerciar con Europa. Pero tienen que respetar las reglas”, ha dicho al tiempo que ha defendido un enfoque “más sistemático” y menos caso por caso.

El precedente de los paneles solares

“No podemos darnos el lujo de que lo que pasó con los paneles solares vuelva a suceder con los vehículos eléctricos, la energía eólica o los chips”, ha advertido sobre tecnologías críticas no solo para Europa sino también para Estados Unidos. Vestager ha puesto como ejemplo la forma en la que China llegó a dominar la industria de los paneles solares. Primero, ha explicado, logró atraer inversión extranjera a su gran mercado interno para lo que son necesarias empresas conjuntas. Después adquirió la tecnología –“no siempre de forma honesta”-, concedió subsidios masivos a los proveedores nacionales y cerró progresivamente el mercado interno a las empresas extranjeras y, por último, exportó el exceso de capacidad al resto del mundo a precios bajos. El resultado es que hoy en día, “menos del 3% de los paneles solares instalados en la UE” se producen en Europa.

“Vemos que este manual se aplica ahora en todas las áreas de tecnologías limpias, semiconductores heredados y más, a medida que China redobla su estrategia de apoyo a la oferta para abordar su crisis económica”, ha relatado la liberal danesa subrayando lo “peligroso” que es para la competitividad y la seguridad económica. “Hemos visto cómo las dependencias unilaterales pueden usarse en nuestra contra. “Europa y Estados Unidos, cada uno a su manera, dependen de terceros países para obtener tecnologías críticas y las materias primas necesarias para producirlas. Y en esta área, China ha construido una posición fuerte y no siempre juega limpio. China es para nosotros a la vez un socio, un competidor económico y un rival sistémico. Y las dos últimas dimensiones son cada vez más convergentes”, ha advertido sobre el peligro potencial que representa la economía china.