Agricultura

La lluvia bate récords en el Pirineo de Lleida este marzo tras dos años bajo mínimos

Últimas noticias sobre la sequía en Catalunya, en directo

Los agricultores de la zona tienen prácticamente asegurada la campaña de riegos con estas nuevas precipitaciones

La cabecera del Ter recibe también buenas aportaciones de agua, pero todavía insuficientes para paliar la sequía

El Govern confía en las próximas lluvias para poder retirar la emergencia por sequía

Inundaciones en La Granja d'Escarp (Segrià)

Inundaciones en La Granja d'Escarp (Segrià) / TWITTER MANEL SOLÉ

María Jesús Ibáñez

María Jesús Ibáñez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La campaña de riegos de los agricultores de las comarcas de Lleida ha empezado este mes de marzo con unas lluvias providenciales, que permitirán ahorrar, al menos de momento, reservas de agua en los pantanos. Las precipitaciones que han caído esta Semana Santa en el Pirineo leridano van camino de convertirse en récord en un mes de marzo, algo que cobra especial relevancia, además, después de dos años de sequía y con los acuíferos bajo mínimos.

En algunos puntos, como en Espot y el pico de Salòria (Pallars Sobirà) o en La Vall de Boí (Alta Ribaforça) se han recogido, desde el pasado lunes y hasta este domingo al mediodía, más de 130 litros de agua, gracias a las precipitaciones.

Según los datos que ofrecen las estaciones del Servei Meteorològic de Catalunya (SMC-Meteocat), también han sido abundantes las lluvias en las cabeceras de los ríos Ter y Freser, con 89,1 litros por metro cuadrado esta semana en el pluviómetro de Núria y otros 64,2 litros en el de Ulldeter, ambos en el Ripollès. Con todo, no parece que estas aportaciones vayan a ser suficientes como para relajar las restricciones contra la sequía adoptadas en las cuencas internas catalanas.

En concreto en Espot, en todo el episodio han caído 245,7 litros de agua por metro cuadrado; en Salòria, cuyas aguas acaban yendo al río Noguera Pallaresa, la acumulación de lluvia desde el lunes ha sido de 141,7 litros, y en La Vall de Boí, que alimenta, en este caso, al río Noguera Ribagorçana, se han recogido 132,6 litros. En Viella, las precipitaciones han sido también generosas -aunque algo menos-, con 65,2 litros.

Los embalses repuntan

Estas aportaciones se han traducido ya en un significativo aumento de reservas de agua en los embalses catalanes de la cuenca del Ebro, que según el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la confederación hidrográfica. El pantano de Oliana, por ejemplo, que suministra al canal d'Urgell ha ganado 14 hectómetros cúbicos de agua desde el jueves. El presidente de los regantes de este sistema, Amadeu Ros, dijo hace ya unos días que solo con el agua que hay ahora embalsada los payeses de la zona tienen asegurados tres riegos esta campaña, que podrían llegar a ser incluso cuatro si el deshielo de la nieve se hace correctamente. En una temporada normal, los agricultores del Urgell disponen de entre cinco y seis turnos para regar sus fincas.

La intensidad de las lluvias ha permitido que los embalses del Segre, del Pallaresa, el Ribagorçana y el aragonés Ésera hayan aumentado a 150 hm³ este mes, unas reservas que representan una mejor de 10 puntos respecto a las del año pasado.

Inundaciones en las zonas llanas

La otra cara de la moneda han sido las inundaciones que han sufrido fincas de La Granja d'Escarp, situada en la confluencia del Segre y el Cinca. La fuerza del agua que llevaba este segundo río, que nace en el Pirineo aragonés, ha derribado muros de contención y ha anegado superficies de cultivos, según ha comunicado el alcalde de la localidad, Manel Solé, a través de un mensaje en la red social X.