Col·legi d'Economistes

La sequía adelanta al déficit fiscal como principal preocupación entre los economistas catalanes

Seis de cada 10 economistas temen que la falta de agua impacte de manera muy significativa en el crecimiento económico

El IPC de marzo sube al 3,2% al terminar el IVA reducido en la factura de la luz

El pantano de Sau, seco

El pantano de Sau, seco / Siu Wu / EFE

Gabriel Ubieto

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Hace unos años fue el coronavirus, luego vino la guerra de Ucrania, a renglón seguido una inflación desatada y ahora le ha recogido el testigo la sequía. Y es que la escasez de agua ya ha adelantado a todas las anteriores y a viejas conocidas como el déficit fiscal entre Catalunya y España como la principal preocupación entre los economistas catalanes. Así lo constata la última encuesta presentada este miércoles por el Col·legi d'Economistes de Catalunya, según la cual seis de cada 10 colegiados advierten de que la sequía tendrá un impacto muy significativo sobre la evolución de la economía catalana.

Sin caer ni mucho menos en el alarmismo, pero con mayor precaución que durante los meses anteriores, el diagnóstico que hacen los economistas catalanes de la actual coyuntura ha empeorado ligeramente respecto al otoño. Por primera vez desde diciembre del 2022, la nota que los encuestados por el Col·legi le ponen a la actual coyuntura es menor que en la encuesta precedente. Los economistas catalanes mantienen el aprobado, con un 5,3 sobre 10, pero le restan una décima. La situación, pese a ser algo menos halagüeña, no es ni mucho menos crítica. Para poner una referencia, en los peores momentos de la crisis del ladrillo o durante la del covid la nota bajó hasta cerca de un 3.

La evolución de las expectativas durante este 2024 dependerá, en gran medida, de lo que caiga del cielo. Y es que solo el 2,3% de los economistas consultados considera que no tendrá prácticamente impacto sobre la evolución de la economía catalana. Los principales temores reflejados en el sondeo del Col·legi es que la falta de agua y las consecuentes restricciones que vaya aplicando el Govern acentuarán las tensiones en el sector agroalimentario e iniciará un conflicto entre los sectores económicos por el uso del agua.

En este sentido los economistas apoyan priorizar las restricciones en usos recreativos, el llenado de piscinas y el riego de jardines; por delante de capar el uso para producciones industriales.

La encuesta entre los economistas, realizada antes de conocer el adelanto electoral activado por el president Pere Aragonès una vez se quedó sin presupuestos, ya reflejaba una creciente preocupación por la inestabilidad política. En este sentido, la dirección del Col·legi ha reclamado consensos a todos los partidos políticos para priorizar un Govern estable, si bien la compleja aritmética parlamentaria que trazan las primeras encuestas no dibuja como descabellada una repetición electoral tras el 12-M.

Inflación del 3% en 2024

"Esperamos que unos tipos de interés más favorables puedan reactivar la inversión, clave para la industria", ha afirmado el decano del Col·legi, Carlos Puig de Travy. Los niveles de inflación que esperan de desde el Col·legi para este año son de alrededor del 3%, ligeramente inferiores al repunte del 3,2% que ha confirmado este mismo miércoles el INE. En este sentido, la inflación ha bajado varias posiciones en la lista de preocupaciones de los economistas, pese a la hegemonía que ostentaba hace tan solo unos meses. "Es evidente que está mucho más controlada que hace un año, pero no podemos descuidarla", ha declarado el decano.

Puig de Travy ha aplaudido los últimos datos del PIB conocidos esta semana, que confirmaban que la economía española creció cinco veces más que la media europea. "Las previsiones al inicio del año estaban en el 1%, el consenso era ese, luego la economía españolan vivió una reactivación y Europa se quedó igual. Esta tendencia se está manteniendo y podemos decir que la economía va bien", ha declarado.

El decano ve una evolución positiva del consumo, tanto privado como público, una buena marcha del mercado laboral -que este marzo presumiblemente perforará por primera vez la barrera de los 21 millones de trabajadores en activo en toda España- y un correcto crecimiento de las exportaciones. Si bien durante la primera parte del año ve probable una cierta contención del gasto público, dada la reinserción de las normas de control comunitario, y una moderación de las exportaciones, al menos durante los primeros compases del año.