Los trabajadores de Danone empiezan una huelga hasta Semana Santa contra el cierre de Parets

Los trabajadores de la planta de Danone en Partes del Vallès (Vallès Oriental) inician este sábado una huelga de 11 días, que se alargará hasta ya entrada Semana Santa y con la que esperan dificultar el abastecimiento de lácteos a los supermercados. El pasado 12 de enero la dirección de la multinacional informó a sus 157 empleados en Catalunya de su intención de cerrar la planta y llevarse las producciones a otras fábricas del grupo. Desde entonces las negociaciones para tratar de llegar a un acuerdo para dicha clausura no han dado sus frutos y los trabajadores de Parets han decidido ir a la huelga.

Desde el 16 de marzo y hasta el 27 del mismo mes hay convocado un paro total en las líneas de producción de Danone en Parets del Vallès. Según fuentes sindicales consultadas, actualmente de la fábrica estaban saliendo aproximadamente unos 800 palets de producto al día, de las marcas Oikos, Alpro y Vitalínea. Si las expectativas sindicales se cumplen ese producto dejará de llegar a los supermercados y a partir del tercer o cuarto día de paros, es decir, para finales de la semana que viene, el cliente podría llegar a notar cierta escasez.

La caída del consumo de leche, tras el cierre de Danone en Parets

Desde la empresa, a preguntas de este medio, confían en poder acercar posiciones en la reunión de mediación convocada por el Departament de Treball el próximo lunes a las once de la mañana. Y así evitar potenciales perjuicios en las cadenas de suministros. "Respeto total al derecho a la huelga", manifiestan desde Danone.

En el arranque de las negociaciones la dirección de Danone ofreció un paquete de indemnizaciones de 30 días por año trabajado, con tope de 18 mensualidades, y prejubilaciones a partir de los 58 años. Unas condiciones que en su momento los trabajadores calificaron de "insultantes" y que, si bien la dirección ha mejorado, todavía no lo suficiente para convencer a las centrales. A la negociación le queda un mes de plazo, según apuntan desde el comité de empresa.

La posición oficial de los sindicatos es que la fábrica de Parets no se cierra y negocian bajo esa premisa, si bien como en toda negociación de este tipo la cuantía de las indemnizaciones, la oferta de recolocaciones y las prejubilaciones son relevantes. Los empleados critican el enroque de la compañía y su actitud de no renunciar a revertir el cierre de una factoría que no está ni mucho menos obsoleta.

Planta a la venta

Danone ha mantenido al día en sus 51.000 metros cuadrados de factoría. El año pasado culminó una inversión de 22,7 millones de euros para convertir su fábrica catalana en la única híbrida del grupo. Y dos años atrás terminaba una inversión de 6,7 millones de euros para digitalizar los sistemas operativos de la planta. La cadena había invertido alrededor de la mitad de los recursos en un almacén robotizado de materias primas y los 3,3 millones iban a invertirse en los próximos dos años.

Esas inversiones y la contradicción entre el mensaje de que "Danone en Parets no es rentable" cuando hace unos meses era "la quinta mejor fábrica de Europa" tiene descolocada a la plantilla. Entre algunos trabajadores está creciendo la inquietud de que la multinacional de origen catalán lo que pretende realmente es vender las instalaciones a un proveedor y que este siga fabricando productos similares, pero con unas condiciones laborales peores.

El grupo americano Schreiber Foods, con el que Danone tiene acuerdos comerciales y al que ya vendió una planta en Portugal hace 10 años, suena como potencial interesado. Esta corporación está especializada en producir lácteos de marcas blancas y ha trabajado con Mercadona y Lidl. Si bien desde Danone desmienten el interés de esta compañía por hacerse con las instalaciones de Parets y declinan dar más detalles sobre potenciales interesados en el actual momento de las negociaciones.

Danone, si no hay acuerdo entre las partes que lo evite, se sumará a la lista de compañías que en los últimos meses ha efectuado reestructuraciones en Catalunya. Según los datos recopilados por el Departament de Treball, durante el ejercicio 2023 hubo un total de 6.489 trabajadores despedidos en expedientes de regulación de empleo (ERE), la tercera cifra más alta de la última década.