El truco de los hoteles del 'todo incluido' para no perder dinero: tenlo en cuenta para tu próxima reserva

Los buffet libre se han convertido en algo imprescindible en las ofertas de los hoteleros, lanzados a la conquista del turista con cuantas armas queden a su alcance. También proliferan en las ciudades restaurantes en los que se puede comer tanto como se quiera por un precio fijo, que suele variar en función de si se disfruta de la propuesta un día entre semana o en fin de semana, al mediodía o a la noche.

No son pocos los que se preguntan cómo pueden arrojar beneficios este tipo de propuestas y, sin embargo, en los modelos de negocio no hay milagros sino estrategias minuciosamente estudiadas y perfeccionadas por distintos gestores.

Sanción por desperdiciar alimentos

Hay medidas más burdas y visibles que otras. Sancionar al consumidor que desperdicia alimentos; es decir, a aquel que acapara más producto del que luego ingiere, provocando un gasto extra para la empresa es una obvia; luego están otras más sutiles que beben de prácticas bien testadas en, por ejemplo, los supermercados y que tienen que ver con la colocación y exposición de los productos que más conviene a la empresa que elija el consumidor.

Así, hay estudios que hablan que una de las razones de la sostenibilidad de las ofertas de los buffets libres tiene que ver con que en primer lugar se colocan en el restaurante de turno los platos más baratos y que más llenan, sabiendo que lo habitual es que los clientes empiecen su recorrido por un buffet con demasiadas ansias.

Platos más caros

Al final de ese recorrido serán donde se sitúen los platos más caros, a los que los clientes llegarán ya con menos hambre.

Mucho se habla también de la supuesta menor calidad de los productos que se ofrecen en los negocios de buffet libre y que ayudarían también a reducir gastos, si bien, como en todo, sería un error generalizar y no se conocen estudios que constaten este tipo de rumor.