Fallo pionero en Barcelona

Primera sentencia que reconoce a una limpiadora una pensión de invalidez por covid persistente

Hasta ahora la justicia solo había reconocido esta enfermedad como profesional para el personal sanitario

La niebla mental que provoca el ‘long covid’ afecta a cerca de 800.000 españoles

Limpiadora en un hospital público.

Limpiadora en un hospital público.

Gabriel Ubieto

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El juzgado de lo social número 31 de Barcelona ha dictado la primera sentencia que reconoce a una trabajadora de la limpieza una pensión por incapacidad permanente en grado total tras haber contraído covid persistente. El magistrado considera probado que la empleada enfermó durante su jornada laboral y fruto del contacto con una compañera limpiadora, que se contagió a su vez en el centro de atención primaria (CAP) donde ejercían sus labores.

Esta sentencia es pionera, según ha destacado el bufete de abogados que ha llevado el caso, el Col·lectiu Ronda, ya que hasta ahora la justicia solo había reconocido estas prestaciones a personal estrictamente sanitario. La limpiadora recibirá una pensión pública de 1.017 euros brutos al mes.

Los hechos se remontan al 4 de enero del 2021, cuando la limpiadora llama a su empresa para comunicarle que se acaba de hacer una prueba PCR y había dado positivo. La trabajadora decidió hacerse una prueba después de que una compañera suya de trabajo hubiera notificado síntomas previamente. Ambas ejercían en el CAP de Sant Adrià del Besós y por aquel entonces la tercera ola de contagios covid avanzaba entre la población.

Ese contagio por coronavirus deriva en "persistente con fatiga, artromialgias y disnea MRC con volúmenes respiratorios normales y funcionalismo conservado", según recoge la sentencia. El diagnóstico de la empleada también contempla "fibromialgia, omalgia izquierda y distimia con funcionalismo conservado en el momento actual". "Se aprecia limitación funcional relevante que acredita imposibilidad de desempeñar sus funciones de limpiadora en términos de rentabilidad y eficacia", considera acreditado el magistrado.

Criterio restrictivo del INSS

La sentencia valida el diagnóstico médico incapacitante de la limpiadora y establece nexo de causalidad con su actividad profesional. Es decir, asume como un riesgo propio de la actividad de esta trabajadora de la limpieza de un CAP en plena tercera ola covid el poder contagiarse del mismo. Algo que hasta ahora había sucedido en profesionales médicos, para los que se entendía que si trabajaban en un hospital con enfermos de covid podían acabar cogiéndolo y desarrollando covid persistente. Pero que para las limpiadoras, que compartían ese mismo espacio, todavía no había sentencia alguna que lo reconociera.

Hasta el punto que el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) impugnó en primera instancia el abonar esa pensión de invalidez a la limpiadora. El magistrado es claro en su fallo, reprende al INSS y considera que la exposición al covid como contingencia profesional "no solo es aplicable al personal sanitario o auxiliar sino también el personal no sanitario que sea trabajador en centro asistencial o de cuidados de enfermos, tanto en ambulatorios como en instituciones cerradas o domicilios". 

El abogado defensor de la trabajadora, Miguel Arenas, lamenta que el INSS "continúe aplicando un criterio restrictivo a la hora de reconocer el origen laboral de los casos de covid que afectan a las personas que, sin formar parte del personal sanitario, estuvieron trabajando duramente y en condiciones de riesgo en CAPs, hospitales, residencias y todo tipo de instalaciones donde se atendía personas que luchaban por su vida". Desde el Col·lectiu Ronda asumen que el INSS presentará recurso cuestionando el grado de la invalidez dictado por la autoridad médica y el origen profesional del mismo.

El reconocimiento del personal de la limpieza que ejerció durante la pandemia ha vivido varios momentos polémicos. Uno de ellos fue cuando la Generalitat de Catalunya entregó una gratificación extraordinaria al personal médico de la sanidad pública, para premiar su labor. No obstante, inicialmente no extendió dicha gratificación al personal de limpieza, que estuvo ejerciendo en esos mismos centros y habilitándolos para que los sanitarios pudieran atender a los pacientes. No fue hasta meses después que, presionados por la oposición, el Govern abonó una paga extra también para las limpiadoras.