Fondo bajista

Este es Daniel Yu, el hombre detrás de Gotham City Research que acusa a Grifols de inflar sus cuentas

Gotham City Research es un fondo dirigido por el inversor bajista Daniel Yu. Los bajistas son especialistas en apostar contra empresas en corto, considerando que sus acciones van a bajar y no a subir

Gotham ya tumbó a una empresa española: Gowex

Grifols niega "categóricamente" las acusaciones de Gotham City Research y rechaza una manipulación de sus cuentas

EEUU y China, dos pilares estratégicos de Grifols

Este es Daniel Yu, el hombre detrás de Gotham City Research que acusa Grifols de inflar sus cuentas

Este es Daniel Yu, el hombre detrás de Gotham City Research que acusa Grifols de inflar sus cuentas / EFE

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Gotham City Research, la firma que acusa a Grifols de manipular sus cifras, es un fondo bajista capitaneado por Daniel Yu, un financiero estadounidense de ascendencia asiática que se considera a sí mismo un justiciero: alguien que llega allí donde el regulador no lo hace. Fue precisamente esto lo que argumentó cuando destapó, hace ahora diez años, las mentiras de Gowex, la tecnológica española que ponía wifi gratis en las ciudades y cuyo fundador terminó reconociendo que había falsificado las cuentas. "Los auditores, reguladores y banqueros de inversión rara vez detectan el fraude. Lo detectan los bajistas", escribió Gotham, con sede en Nueva York, entonces.

Como ha hecho Grifols pocas horas después de conocerse su informe, Gowex empezó negando la mayor: asegurando que la información de Gotham era falsa y que tras ella solo había un afán de enriquecerse. Tres días después, la CNMV suspendió su cotización. Bastaron cuatro días más para que el CEO, Jenaro García, confesara que los bajistas tenían razón y se declarara culpable ante la justicia. Con Grifols, de momento, la CNMV afirma estar "analizando" el documento.

Los fondos bajistas viven de comprar acciones en corto. Apuestan por empresas cuya valoración consideran inflada con una lógica opuesta a la de un inversor normal: en lugar de pensar que la acción va a subir, creen que bajará. Así que toman acciones prestadas (se las 'alquilan' a algún accionista) a un precio —pongamos 10 euros por acción—, las venden, esperan a que bajen de precio —pongamos, a 5 euros—, las recompran y se las devuelven a quien se las hayan pedido prestadas.

En la diferencia de precio es donde hacen negocio, así que sacar un informe asegurando que la acción de Grifols no vale nada favorece sus intereses, porque el mercado se va a asustar y la acción, efectivamente, va a bajar. Grifols abrió hoy con una caída del 30% en Bolsa.

Aun sabiendo la mala fama que tienen los bajistas (considerados a menudo especuladores y oportunistas) ni Yu ni Gotham City Research ocultan su operativa. Es más, la defienden. "¿Somos los bajistas parciales? Desde luego. ¿Pero no lo son también los CEOs y los banqueros de inversión? ¿Por qué el afán de lucro de un bajista lo convierte en alguien malvado pero el afán de lucro de un CEO o un banco de inversión es bueno?", decía Gotham hace diez años, respondiendo a las acusaciones de Gowex. "El foco debe ponerse en quién tiene razón: si el bajista o la empresa. Un bajista es tan bueno como lo sean sus análisis. De hecho, los mercados no perdonan a los bajistas que se equivocan y castigan a los que promueven prácticas engañosas".

Cómo trabaja Gotham City Research

El informe sobre Grifols es público y tiene 65 páginas. Gotham acusa a la compañía catalana, una farmacéutica dedicada a los derivados de la sangre, de infravalorar su deuda e inflar su EBITDA (beneficios antes de impuestos). Así, siempre según el análisis de Gotham, su ratio de apalancamiento sería mucho mayor de lo que dicen sus cuentas, auditadas por KPMG. El de Grifols es el informe número once de la firma, que opera desde 2013 y dedica meses de trabajo a cada investigación.

Con esta, dicen, han estado nueve meses. "Nos fijamos en Grifols la pasada primavera. Por un lado, parecía una historia irrefutable. Por otro, su margen venía reduciéndose durante los últimos once años, pese a las adquisiciones y al aumento de deuda. No parece que esta reducción de márgenes se dé en el resto de la industria", afirma el documento. "Nuestra investigación detectó que el mercado no entiende a la compañía, cuyo negocio ha cambiado en los últimos cinco años. Los ingresos procedentes de los intereses minoritarios [sociedades controladas por la familia dueña de la empresa, pero sobre las que Grifols no posee ningún porcentaje] han aumentado hasta suponer casi el 100%".

Gotham sostiene que Grifols incluye en sus cuentas los resultados de empresas que no le pertenecen —Haema y Biotest—, pero sobre las que sí posee derechos de recompra de participaciones, porque la dueña es Scranton Enterprises, el vehículo inversor de los dueños de Grifols. Esto habría inflado los resultados. Al mismo tiempo, dice Gotham, Grifols le hizo a Scranton un préstamo de 96 millones de dólares que no contabilizó. ¿De dónde saca el fondo esta información? De las cuentas de Scranton, registrada en Holanda.

Cuando hizo el informe de Gowex, Gotham tenía dos trabajadores y contrató a un analista como colaborador. Aquella investigación, a la que dedicaron entre seis y nueve meses, descubrió que buena parte de los ingresos declarados por Gowex venían de empresas sin apenas actividad a nombre de gente vinculada con Gowex. La investigación posterior de la Audiencia Nacional descubrió que una de los testaferros era la empleada de la limpieza del fundador.

Gotham utilizó fuentes públicas —las cuentas de la empresa, que al cotizar en el Mercado Alternativo Bursátil estaban disponibles para todo el mundo— y contó con el asesoramiento de expertos de la industria para sostener sus acusaciones. Algunos de ellos aparecen citados debidamente en el informe. También incluyó comparativas con otras empresas del sector para concluir que el negocio de los wifis públicos no era tan boyante como la tecnológica española sugería. Y habló con portavoces de la empresa, según desvelaría más tarde, sin presentarse como Gotham City Research.

En el caso de Grifols, la información procede de sus informes anuales y de los de todas las empresas relacionadas (Scranton, principalmente), además de valoraciones de casas de análisis y presentaciones a inversores. Pero no solo: por ejemplo, para argumentar que uno de sus acuerdos empresariales (con Immunotek) es sospechoso, tira de notas de prensa, información de la web, capturas de Google Street View y reseñas de empleados en Glassdoor, además de declaraciones en medios. Gotham utiliza todos los recursos a su alcance para construir un caso y concluir que "las acciones de Grifols son inestables y valen cero".

Daniel Yu ha explicado que valora posibles empresas para analizar constantemente, como otros bajistas, y que gracias a su buena reputación suele recibir soplos, consejos de personas que le invitan a investigar compañías.

Gowex y otros aciertos de Gotham

Gotham saltó a la fama en 2014 con la publicación de un informe sobre Quindell, consultora británica que en aquel momento cotizaba en el mercado alternativo de la Bolsa de Londres. Era, como Gowex, la 'niña bonita' del índice, destinado a compañías emergentes. Gotham la acusó de inflar sus cuentas, de ser su único negocio "un curso de golf y un pub en Hampshire" y afirmó que el 80% de sus ingresos eran sospechosos. Quindell cayó en Bolsa y fue investigada por la Autoridad de Conducta Financiera británica. Dos años después, la propia empresa le dio la razón: reformuló cuentas de años anteriores y reconoció pérdidas millonarias donde antes declaraba cuantiosos beneficios. Al auditor, KPMG, le cayeron 3,2 millones de libras de multa.

Este no fue el primer informe de Yu, pero sí el primero que sonó fuerte. Meses después fue a por Gowex, a la que comparó con la maltrecha Pescanova. Yu tenía preparado un segundo informe, pero Jenaro García confesó antes. Tras desplomarse en Bolsa, Gowex se declaró en concurso de acreedores. García lleva diez años a la espera de juicio. Gowex cotizaba en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) y su auditor no era una big four, sino un independiente que murió antes de ser juzgado. Sin embargo, el Supremo condenó recientemente a Ernst & Young a indemnizar a cuatro inversores por falta de supervisión.

Ernst&Young ejercía de "asesor registrado", una figura exclusiva del MAB, no de auditor. Pero el alto tribunal consideró "grosero" que Gotham, una firma de Nueva York, pudiera destapar el fraude y Ernst&Young no.