Mercado laboral

Los despidos por ere en Catalunya escalan hasta los 5.689 y ya superan los de todo 2022

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Jóvenes trabajando en las oficinas de una ’start-up’ de Barcelona.

Jóvenes trabajando en las oficinas de una ’start-up’ de Barcelona. / Ricard Cugat

Gabriel Ubieto

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Un total de 5.689 trabajadores han sido despedidos vía expediente de regulación de empleo (ERE) en Catalunya entre enero y octubre de este año. El flujo de ceses colectivos confirma un mes más su tendencia al alza y los trabajadores afectados durante los 10 primeros meses de este ejercicio ya superan a los registrados durante todo 2022, según los datos actualizados este viernes por el Departament de Treball de la Generalitat. El bache de las tecnológicas y las reestructuraciones en el comercio están liderando el repunte de expedientes, que aumenta pese a los récords de contratación que en general está experimentando la economía.

Los 'unicornios' Glovo y Wallbox arrancaron el ejercicio con ajustes de plantilla, con el objetivo de tapar fugas y tratar de acelerar sus primeros beneficios. Más recientemente Tripadvisor y Facebook aligeraron masa salarial despidiendo gente de sus respectivos centros de atención. Las farmacéuticas también han aplicado sus propias reestructuraciones, con Grífols y Novartis como nombres propios. Y la empresa de telecomunicaciones Cellnex o la de sanitarios Roca son otras dos firmas que han registrado sus propios expedientes.

Siete de cada 10 cesados este año estaban empleados en el sector servicios. Si bien en ejercicios anteriores, especialmente en 2021, la industria registró un mayor número de expedientes -parte de ellos pospuestos al estallar la pandemia o acelerados por la misma-, en la coyuntura actual el ramo que más está adelgazando sus plantillas el terciario. Territorialmente, Barcelona, por una cuestión demográfica, concentra el 89,3% de los trabajadores cesado por una reestructuración.

El repunte de ceses coincide, paradójicamente en apariencia, en un momento en el que la economía catalana y española registran récords de empleo. Ello se explica porque las empresas que optan por un ere lo hacen más por la decisión de reorientar sus negocios o líneas de producción, más que por un problema de viabilidad de la propia compañía. Mientras en 2022 el 38% de los trabajadores cesados fueron por empresas que acreditaban pérdidas, dicho porcentaje se ha rebajado hasta el 32% durante este año.

Lo que no es incompatible con que el 2023 pueda cerrar como uno de los peores ejercicios en cuanto a despidos colectivos. Lejos presumiblemente queda el funesto récord del 2021, cuando se alcanzó la cota de los 11.006 cesados. Más probable es que el 2023 rivalice con 2020 (7.936) y que supere los registros del 2019 (6.179).

Ertes residuales

El mercado laboral catalán va recuperando así cotas de estabilidad respecto al periodo previo a la pandemia. El efecto contención que durante los dos últimos años había ejercido la figura del expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) se esfuma, tanto por la vía de más despidos, como de menos trabajadores en suspensión. Actualmente solo 944 empleados está afectado por un erte, cifra muy lejana a la de más de 350.000 afectados por erte registrados durante el primer confinamiento decretado en marzo del 2020.

Según los últimos datos actualizados por el Departament de Treball, en Catalunya han pasado a lo largo de este ejercicio un total de 23.233 empleados por un erte, un 54% menos que hace un año. La gran mayoría de los suspendidos trabaja en el sector industrial, todavía mermado en su actividad por la escasez de materias primas -especialmente chips semiconductores-. Concretamente, el 85% de los suspendidos corresponden a este ramo, con Seat, por ejemplo, en erte hasta abril de este curso.