El futuro del coche eléctico | Roger Torrent Conseller d'Empresa i Treball y presidente del Circuit de Barcelona-Catalunya

Roger Torrent: "Europa ha dejado demasiado tiempo la producción industrial en manos de otros"

Roger Torrent, conseller d'Empresa i Treball y presidente del Circuit de Barcelona-Catalunya

Roger Torrent, conseller d'Empresa i Treball y presidente del Circuit de Barcelona-Catalunya / Circuit de Barcelona-Catalunya

Xavier Pérez

Xavier Pérez

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Los próximos 7 y 8 de octubre las instalaciones del Circuit de Barcelona-Catalunya acogerán la segunda edición de e-Mobility Experience, la feria de referencia del sur de Europa en materia de electromovilidad y sistemas de recarga. La muestra del pasado año contó con más de 15.000 visitantes y se realizaron más de 4.000 pruebas de vehículos eléctricos, y este año los organizadores confían en superar las cifras. Roger Torrent, 'conseller' d'Empresa i Treball y presidente del Circuit de Barcelona-Catalunya, apuesta decididamente por le electrificación de la movilidad y considera que "Catalunya cumple con todas las condiciones para asumir la bandera de la movilidad eléctrica". EL PERIÓDICO ha hablado con él sobre el certamen y el futuro industrial del vehículo eléctrico.

¿Cuál es el objetivo del e-Mobility Experience?

Mantenernos como feria referente en el sur de Europa en el ámbito de la movilidad eléctrica, y sobre todo para conectar oferta y demanda. Los ciudadanos están tomando decisiones importantes de carácter estratégico a nivel de movilidad individual y queremos acercarles todo lo que concierne a este nuevo paradigma de la movilidad sin emisiones vinculada a los vehículos eléctricos.

Pero.. al coche eléctrico todavía le falta mucho, ¿no?

Cierto. También asumimos nuestra parte de responsabilidad pública, como gobierno, de ahí nuestro interés por hacer pedagogía con el vehículo eléctrico, y no me refiero solo al coche si no a todo lo que le rodea, sistemas de recarga, componentes. Asumimos ese papel y todo ello vinculado también a la instalación del Circuit de Barcelona-Catalunya en su puesta en marcha como instalación moderna, sostenible, adaptados al siglo XXI.

¿Catalunya puede ser un referente de la movilidad eléctrica, no solo a nivel de ventas, sino también industrial?

A nivel de peso en el parque eléctrico, a nivel comercial, lideramos en el Estado, pero no es menos cierto que aún estamos lejos de las medias europeas. Estamos en la buena dirección a ese nivel, pero también debemos liderar a nivel industrial y Catalunya cumple con todas las condiciones para ser una referencia en el sur de Europa. Lo fuimos en el siglo XX y queremos seguir siéndolo en el siglo XXI. No es el mismo escenario. Debemos ayudar en esa transición. Ni son los mismos motores, ni tampoco son los mismos procesos productivos. Ni siquiera los actores que participan en este sector son iguales.

Hace una semana estuvimos en Wuhu (China) con el presidente de Chery internacional y nos dijo que mantenían su interés en venir a Zona Franca, y que ellos estaban contentos si el gobierno estaba contento. ¿A qué se refería?

Entiendo que habla de que hay un gobierno receptivo, con predisposición para ayudar en la reindustrialización del país y abierto a la inversión extranjera, especialmente en la automocion. Estamos hablando con muchos actores del ecosistema global del coche eléctrico, tanto de marcas europeas y proyectos catalanes -donde el 'hub' de electromovilidad juega un papel crucial- , como otros fabricantes que están tomando decisiones estratégicas.

Roger Torrent, presidente del Circuit de Barcelona-Catalunya y conseller d'Empresa i Treball

Roger Torrent, presidente del Circuit de Barcelona-Catalunya y conseller d'Empresa i Treball / Circuit de Barcelona-Catalunya

¿Cómo encajan estas negociaciones en el marco regulatorio que pretende Europa?

Hay un debate sobre aplicar tasas a vehículos eléctricos procedentes de fuera de Europa. Las reglas del juego están cambiando y debemos estar atentos a ellas. Es por eso que leemos en estas negociaciones una ventana de oportunidad muy importante que como Govern queremos aprovechar. Somos proactivos. Algo que todos nos reconocen.

Chery tiene claro que buscarían más crear un centro de ensamblaje que una fábrica al estilo tradicional...

Claro. El espectro se amplía. Cambia el sistema y también el sistema productivo. Iniciativas de 'contract manufacturing' que hasta ahora no se conocía surgen como una nueva oportunidad. Estamos abiertos a cualquier posibilidad que ayude a reforzar el ecosistema de empresas proveedoras en Catalunya. Aquí hablamos mucho de fabricantes como Seat y Cupra, pero hay una serie de empresas proveedoras muy importantes, tanto de 'tier 1' como de 'tier 2'. Pienso en Ficosa, Getsamp, Relats. Empresas con trayectoria y bien adaptadas a la transformación y a las que debemos garantizar la existencia de proyectos tractores.

¿No cree que Europa se ha focalizado mucho todos estos años en el I+D y menos en la producción?

Totalmente. Sin duda. Tal vez parezca políticamente incorrecto decirlo, pero creo que Europa se ha comportado durante demasiado tiempo como los nuevos ricos. Hemos abandonado la producción y la hemos dejado en manos de otros. Nos parecía que quedarse la parte de investigación, desarrollo, diseño y conceptualización era lo mejor, lo que daba un mayor valor añadido y que el resto no era tan importante. Hemos perdido mucha fuerza industrual en ese aspecto en las últimas décadas. Hemos dejado que algunas cadenas de valor críticas dependan demasiado de terceros. Tras el covid se ha demostrado la vulnerabilidad de Europa en ese sentido.

¿Se está haciendo algo al respecto?

Sí. Hay un nuevo discurso que habla de reindustrialización, de autonomía estratégica en el que Catalunya no solo es abanderada, sino que cumplimos todas las condiciones para ser protagonista de esta industrialización.

Centro de desarrollo de Chery en Wuhu

Centro de desarrollo de Chery en Wuhu / Xavier Pérez

Europa se está despertando para proteger su industria ante los que vienen de fuera. ¿Debemos volver a las cuotas?

Es cierto que estábamos inmersos en un mercado liberal, casi una ley de la jungla. Era como aquello que decían que debemos hacer lo que hacen los americanos y no lo que dicen. Era un discurso ultraliberal en el que los gobiernos debían apartarse y dejar vía libre a la actividad privada. La realidad es que se acabó apostando por determinados verticales que han sido sectores estratégicos. Muy vinculados a la digitalización y las nuevas tecnologías. Eso es lo que debe hacer Europa. Se ha defendido la libre competencia, que ya me parece bien, pero eso nos ha limitado en muchos aspectos. Creo que hay que hacer lo mismo que otros jugadores a nivel mundial que es reforzar los pilares industriales clave.

¿No cree que las decisiones políticas van a pie cambiado con las industriales, a tiempos distintos?

Una cosa es dotarnos de un marco legal, unas reglas del juego que queremos como sociedad para ver qué dejamos a nuestros hijos y nietos. En ese tema debemos ser muy racionales ante el reto que tenemos por delante, relacionado con la emergencia climática y la incorporación de nuevas tecnologías. Otro tema, y soy autocrítico, es la burocracia. Europa debe ser más ágil administrativamente, más diáfana, y eso lo pienso también desde el punto de vista catalán. Europa es una maquinaria muy complicada, lenta, con muchas capas de burocracia que acaban impactando en los ciudadanos y las empresas.

¿El debate no es el coche eléctrico, sino la tecnología?

Totalmente. Debemos ser fuertes y serlo con tecnología propia. Diseño y producción europeos. Y eso pasa por la fabricación de microchips. No solo para el vehículo eléctrico. Cada vez necesitaremos más. Enfocado a la electrónica, porque hoy todo está conectado. Si dependemos de tecnología de terceros, cuando se rompen las cadenas de suministro es cuando llegan los problemas. Europa debe recuperar su soberanía a nivel tecnológico y productivo. Hay que aprovechar este proceso de reclocalización productivo.

El Govern se ha comprometido a cambiar su parque de vehículos de combustión por uno de eléctrico...

Por supuesto. Es nuestra obligación. Toda Europa debería hacerlo. Muy pronto, el parque de vehículos deberá ser de cero emisiones, ya sea con modelo eléctrico o de hidrógeno. En este viaje las administraciones debemos ser abanderados y predicar desde el ejemplo.

Y si es con un coche hecho aquí, mejor, ¿no?

Evidentemente. Siempre hemos mantenido que la noticia industrial de la adjudicación de la plataforma Small BEV a la planta de Martorell ha sido la más potente de los últimos años. Nos va a permitir tener un proyecto de futuro que ancla la producción de vehículos eléctricos en nuestro país. Tener producción propia, marcas, algunas de ellas emergentes y otras más consideradas, que son apuestas definitivas para el país.