Mercado laboral

Patronales y sindicatos riñen al Govern por tardar en gastar 550 millones para insertar parados

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sepe / Jordi Cotrina

Gabriel Ubieto

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El Govern de la Generalitat de Catalunya dejó sin ejecutar en 2022 un total de 555,9 millones de euros en políticas para formar y ayudar a encontrar trabajo a personas en paro. Lo que representan el 35% del presupuesto total disponible -1.581 millones de euros- para el fomento de la ocupación. 

"El Ctesc manifiesta su preocupación por el nivel de ejecución de las políticas activas de ocupación”, reza la memoria anual presentada este miércoles por este organismo. El Consell de Treball Econòmic i Social de Catalunya (CTESC) es un ente consultivo constituido patronales y sindicatos que tiene como principal misión fiscalizar la acción normativa en lo económico del Govern. 

Si bien los fondos no gastados durante el ejercicio presupuestado no se pierden, si no que se mueven para el ejercicio siguiente, patronales y sindicatos han recriminado a la administración catalana no apurar en tiempo y forma el total de los fondos, teniendo en cuenta que la tasa de paro en Catalunya asciende al 10,4%. Esta ha ido bajando en los últimos años, es inferior a la media española, pero sigue siendo de las más altas de Europa. 

“Estamos desplegando [actualmente] el plan de choque contra el desempleo más grande de la historia de Catalunya y eso tiene un recorrido amplio que incluye varios ejercicios. Hasta el 2023 no podremos tener la foto completa”, ha argumentado el ‘conseller’ de Empresa i Treball, Roger Torrent, que ha inaugurado la presentación de la memoria del Ctesc.

El grado de ejecución de las políticas de empleo fluctúa considerablemente dependiendo del año, nunca se han ejecutando al 100% a tiempo y desde 2011 que la administración catalana deja sin agotar en el mismo ejercicio presupuestado más del 30% de los fondos. 

Una de las principales críticas que desde la Generalitat lanzan al Estado es que no le facilita los fondos disponibles hasta entrada la primavera, lo que le deja entre seis y ocho meses de margen para sacar y asignar las partidas presupuestarias. Lo que, de facto, les impide gastar en un mismo ejercicio más del 70% de los fondos. Con la nueva ley de empleo, que permite a las administraciones autonómicas avanzar parte del presupuesto, esperan llegar a una ejecución de más del 80% a partir del 2024.

La Generalitat registró en 2022 su menor grado de ejecución de políticas de ocupación desde 2019. "Hay un elemento estructural que hace falta mejorar", ha reconocido. “Estamos en pleno proceso de mejora y reestructuración del SOC [Servei d'Ocupació de Catalunya], con el objetivo de mejora constante para responder de manera más eficiente”, ha añadido.

Más prevención, menos listas de espera

Patronales y sindicatos reclaman a la Generalitat que invierta más en prevención laboral para evitar accidentes. En ese sentido, el Ctesc insta a mejorar la atención primaria, para así detectar con mayor antelación las posibles dolencias y poder abordarlas en un estado menos avanzado y más fácil de encauzar, para que luego no agraven otras patologías o se vuelvan irreversibles. 

Los datos a este respecto no son halagüeños. En 2022 los catalanes fueron los ciudadanos de toda España que más tuvieron que esperar para ser atendidos por un médico de familia. La demora media fue de 11,6 días, frente a los 8,8 días registrados en el conjunto de España.

El organismo también constata con preocupación el incremento de los siniestros que acaban causando baja y aquellos que se producen en los desplazamientos de casa al trabajo o del trabajo a casa (‘in itinere’). 

Monitorizar la inteligencia artificial

El ‘conseller’ Torrent ha inaugurado la presentación de la memoria del Ctesc y ha destacado el tecnológico como uno de los principales retos que tiene por delante en los próximos años la sociedad catalana. “¿Cómo impactará la inteligencia artificial en nuestros trabajos?”, se ha preguntado el ‘conseller’. 

En este sentido, los agentes sociales han instado a su departamento a monitorizar el despliegue de la IA en las empresas catalanas, ya que le ven un potencial positivo, pero también unos riesgos asociados que les inquietan. Y es que la velocidad a la que la IA está entrando en las empresas es vertiginosa. Según los últimos datos disponibles del INE, referentes al 2022, el 14,3% de las compañías utilizaba de manera recurrente inteligencia artificial en parte de sus procesos; casi la mitad que un año antes.

Entre sus virtudes le destacan mejoras en la eficiencia de los procesos, que al automatizar tareas repetitivas pueden producir más y de manera más personalizada pero también a costa de sustituir empleados. Esa sofisticación que se intuye precisará otro tipo de perfiles laborales, cada vez menos físicos y más operables en remoto, lo que reducirá los desplazamientos y, con ello, el número de accidentes de tráfico asociados al ir y venir del trabajo.