Propuesta de Garamendi

La cúpula de CEOE avala sin unanimidad suprimir el límite de mandatos presidenciales

Antonio Garamendi, un timonel 'pactista' al mando de la CEOE

Garamendi pide al Gobierno que no se entrometa en la negociación salarial

Antonio Garamendi.

Antonio Garamendi. / David Castro

Gabriel Ubieto

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La junta directiva de CEOE ha avalado este miércoles la supresión del actual límite de mandatos que un presidente de la entidad puede encadenar. Antonio Garamendi, el actual máximo dirigente y que en 2026 cumplirá su segundo periodo al mando de la gran patronal española, no ha logrado, no obstante, el aval unánime de su cúpula para tramitar dicha modificación del reglamento interno. Sí un amplio consenso, pero con una abstención y un voto en contra, según apuntan fuentes conocedoras.

Fuentes conocedoras explican que la patronal de la industria digital, Ametic, ha votado en contra y la federación de farmarcéuticos (FEFE) se ha abstenido. Ahora solo quede pendiente para su ratificación formal el voto de la asamblea general, que cada año celebra la entidad empresarial y que está prevista para este próximo 19 de julio.

Garamendi aborda al arranque de su segundo mandato la modificación de los estatutos que le abran la puerta para repetir por tercera vez al frente de la patronal española. Y prolongar, si lo decide y recibe los avales necesarios, una trayectoria profesional consagrada durante 35 años a la representación empresarial.

Primero, a sus 29 años, como fundador de la Asociación de Jóvenes Empresarios del País Vaco, para luego saltar a liderar las juventudes empresariales de toda España y más tarde promocionar con los ‘mayores’ y ser elegido presidente de Cepyme, la patronal de la pequeña y mediana empresa española.

Desde dicha presidencia, en 2014, votó a favor de la modificación del régimen interno que para limitar los mandatos del presidente de CEOE a un máximo de dos. Su impuslor fue el catalán Juan Rosell, que en aras de mejorar la reputación de la entidad empresarial -tocada por su antecesor, Gerardo Díaz Ferrán, condenado a prisión por apropiación indebida- promovió un nuevo código ético y limitó las legislaturas máximas a las que podía optar un presidente de CEOE.

Un límite vigente desde 2014

Ahora Garamendi se preprara para derogar dicho tope, en la línea de la gran mayoría de las organizaciones empresariales españolas, que no contemplan un límite así. Sus valedores cifran en más del 80% aquellas patronales regionales o sectoriales que no tienen tope de mandatos. Foment del Treball, de donde venía Rosell y una de las organizaciones que recientemente han tenido sus desavenencias con Garamendi, sí tiene un máximo de mandatos. Un total de dos, algo instaurado en 2014 por Joaquim Gay de Montellà, el sucesor de Rosell al frente de la histórica patronal catalana.

Foment del Treball fue la principal patronal que apoyó la única canidatura alternativa a Garamendi en los pasados comicios a la CEOE, celebrados en noviembre del 2022. Comicios en los que el actual presidente y entonces ganador no planteó su voluntad de modificar los estatutos para abrirse la puerta a más mandatos, algo que gustan de recordar sus detractores.

Pese al historial reciente de desavenencias, fuentes conocedoras explican que en la reunión de la comisión de régimen interno celebrada el jueves pasado, en la que ya se planteó formalmente el destope de mandatos, el miembro de Foment presente, Alfonso Vilá Recolons, no manifestó objeción alguna. Otras fuentes consultadas añaden que en la junta directiva de este miércoles el presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre, ha votado a favor de la modificiación de estatutos.

Garamendi queda a expensas del 'ok' definitivo que deberá dar la asamblea general de la entidad, prevista para el próximo 19 de julio. El líder empresraial llegará a dicho cónclave tras lograr previamente zanjar con los sindicatos un acuerdo salarial hasta el 2025, según el que las empresas se compromenten a subir sueldos al menos un 10%. Y, a su vez, capear la tormenta mediática que provocó la filtración de que había regularizado su situación contractual, pasando de autónomo a direcitvo asalariado, con una nómina que rondaría los 400.000 euros brutos al año.

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