La producción de remolacha se complica mientras el azúcar cotiza en máximos

La campaña de remolacha toresana ha encontrado más dificultades que nunca en este 2023, un año fuertemente marcado por la sequía y las

nuevas políticas agrarias

que rigen este cultivo, cuyas nuevas exigencias han hecho más difícil que nunca la producción remolachera.

Estas dificultades de producción han llegado justo en un momento en el que el azúcar ha marcado precios históricos debido en gran parte a un déficit de producción azucarera. Las cotizaciones del azúcar han reflejado nuevos máximos internacionales esta semana, que sitúa a este producto en España como el más inflacionista, además de deficitario.

El precio del azúcar para el consumidor subió un 50,4% interanual en marzo, mientras que en los mercados de futuros, el azúcar ha registrado las cotizaciones más altas de los últimos cinco años. En el mercado de internacional superaba los índices más altos de los últimos diez años: ha rondado los 700 euros la tonelada.

Entre las razones de los altos precios del azúcar en el mercado internacional destacan los huecos en la oferta de grandes productores como Brasil o la India, que redirigen su producción hacia los bio-carburantes, pero en el caso de la

Unión Europea

(UE) el sector agrario apunta a las políticas que están dificultando la producción remolachera, ya de por sí afectada por la sequía.

Altos precios de otros alimentos

Los altos precios del azúcar traen una previsión de la inflación que pueden sufrir a partir de ahora otros alimentos, por lo que la cesta de la compra podría seguir encareciéndose: las confituras, las mermeladas, los helados y la miel ya se han encarecido un 19% en un año.

Desde COAG, Lorenzo Rivera ha explicado que España es deficitaria en azúcar. Además, la producción remolachera local de este año se va a ver comprometida por la sequía y las escasas reservas hídricas, con efectos más inminentes en Andalucía, pero también se temen pérdidas en Castilla y León: Zamora ya ha empezado a notar la falta acuciante de lluvias, fenómeno que ha comprometido las cosechas, incluida la de remolacha.

Por su parte, desde UPA alertan que los precios del azúcar son solo un adelanto de un mercado que encontrará obstáculos en los próximos meses debido a una producción inferior a la demanda en otros alimentos: "Esto puede pasar con la carne u otros productos vegetales en el futuro, tenemos que ser más conscientes de las exigencias y de cómo puede dejarse de producir un alimento", ha declarado el técnico de la organización agraria UPA, David Erice.

Las organizaciones agrarias han insistido en que los requisitos medioambientales están elevando los precios de los alimentos en la UE frente a las importaciones, pero tomando como ejemplo el azúcar, han advertido de problemas futuros de abastecimiento de alimentos por una disminución de las producciones o de la ganadería.

De nuevo, las OPAS señalan las elevadas y cada vez más severas exigencias fitosanitarias, así como la prohibición de productos contra las plagas como los neonicotinoides: "son un problemón a la hora de producir remolacha y ha bajado la superficie en países como Francia", según la opinión de Erice, compartida por la organización agraria COAG.

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